Francisco Ledesma
Toluca, Edomex; 10 de enero de 2022.- El priísmo mexiquense cierra filas. El destino tiene el horizonte al 2023. Y su eje central, será su jefe político: Alfredo Del Mazo. Con un frío escenario, el Centro de Capacitación del PRI Estado de México fue la sede por el aniversario luctuoso de Alfredo Del Mazo González.
La convocatoria también fue gélida: un puñado de funcionarios del gabinete, algunos diputados federales y estatales, y unos cuantos alcaldes recién estrenados. La clase gobernante con vigencia se alista como ejército de operadores electorales para la madre de todas las batallas el año próximo.
Adrián y Alejandro Del Mazo -hermanos del mandatario en funciones- dieron realce a la memoria del exgobernador, a tres años de su fallecimiento. En primera fila, Arturo Montiel, en cuyo sexenio delmacista, él mismo narra haber sido víctima del exilio político en su libro autobiográfico publicado en 2011.
De la vieja guardia: Marcela Velasco y Carolina Monroy. Como expresidentes del priísmo: Ricardo Aguilar, Carlos Iriarte y Fernando Alberto García Cuevas.
De la Legislatura local, encabezados por Elías Rescala, pasaron lista Enrique Jacob, Mario Santana, Alfredo Quiroz, Aurora González, Paola Jiménez, Evelyn Osornio, Karla Aguilar, Lilia Urbina, Myriam Cárdenas, Iván Esquer, Braulio Álvarez y Guillermo Zamacona.
Del gabinete, Jorge Rescala, Gerardo Monroy y Guillermo Legorreta. Pese a la solemnidad del acto, José Ozuna llegó sobre la hora, enfundado en una chamarra de cuero color negra.
Desde San Lázaro, en la primera línea, Miguel Sámano; además de Eduardo Zarzosa y Melissa Vargas. Entre los alcaldes Raymundo Martínez, Manuel Vilchis, Miguel Ramírez Ponce y Javier Jerónimo Apolonio.
Por primera ocasión en la historia, el PRI mexiquense entregó la Presea Alfredo Del Mazo González al mérito en el servicio público, en manos de Yolanda Sentíes Echeverría.
La exalcaldesa de Toluca reconoció que Del Mazo González impulsó su llegada al Senado de la República, como la primera senadora mujer por el Estado de México hace casi 40 años. Rememoró su larga trayectoria profesional, que sirvió para abrir brecha entre las mujeres que se dedicaban a la carrera política; incluso como precandidata a la gubernatura, cuando se enfrentó a Montiel Rojas.
En el turno de Alejandra del Moral, subrayó la unidad del PRI como pieza fundamental de batallas electorales. Reconoció al gentilicio de los “mexiquenses” como uno de los principales legados de Alfredo Del Mazo González.
Entusiasmada, pese a la baja convocatoria de liderazgos políticas, la dirigente priísta recalcó: “Nadie debe subestimar al priísmo mexiquense ni al gobernador Alfredo Del Mazo Maza; por él ganamos el 2021, y también por él vamos a ganar en 2023”, sentenció Del Moral como premisa del evento partidista.
La unidad, ufanan las élites políticas, la promueven los exgobernadores; y los expresidentes del priísmo local. Hoy, la clase gobernante que rige los destinos del Estado de México ha lanzado un mensaje claro: el 2023 tiene un jefe en torno al mandatario en turno, y su grupo político.