Toluca, Edomex; 10 de marzo de 2021.- Heriberto Galindo Quiñones rindió protesta como senador de la república por el PRI, para incorporarse a la bancada encabezada por Miguel Ángel Osorio Chong. Es líder político del denominado Chilorio Power, con el cual se identifica a un círculo de actores públicos sinaloenses, incluido el exvocero presidencial peñista, David López Gutiérrez -vinculado al delmacismo-. En resumen, a partir de ayer, Galindo podría ser el mejor interlocutor senatorial de la causa delmacista, mucho más que Eruviel.
Heriberto Galindo sustituye en la encomienda senatorial a Mario Zamora Gastélum, postulado como candidato a la gubernatura de Sinaloa, en donde por cierto todas las encuestas favorecen a Morena, y la alquimia del priísmo mexiquense parece que será insuficiente para revertir la tendencia electoral.
A últimas fechas, la ascendencia de Heriberto se ha extendido de las áreas de prensa, a las áreas financieras. Es tío de Fernando Galindo Fabela, quien se vinculó al Estado de México como coordinador de asesores de Luis Videgaray, durante la gubernatura peñista. Actualmente, Galindo es diputado federal; y se ha convertido en un actor cercano a la nomenclatura mexiquense.
En la víspera, Fernando Galindo fue designado diputado suplente de Alejandro Moreno para la Legislatura federal que será electa en junio próximo.
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En Morena hay mucha incertidumbre por lo que pueda pasar en la definición de sus candidatos a alcaldes y diputados locales, particularmente de quienes buscan la reelección, y han recibido señales no muy afortunadas para repetir en el cargo.
En unos casos, la alianza electoral ha otorgado la postulación al Partido del Trabajo en municipios o distritos antes nominados por Morena, y eso supondría que los deja fuera de la competencia interna. En otros casos, hay legisladores plurinominales que buscan ahora la elección de mayoría relativa, y eso ha comenzado a generar inquietud entre los propietarios de ese distrito.
La amenaza está sobre la mesa: diputados en funciones que advierten con iniciar impugnaciones electorales por ir en contra de sus aspiraciones reeleccionistas; otros más que anticipan su salida del partido si no se respetan sus nichos electorales y sus cotos de poder.
La unidad morenista pende de un hilo, cuando también se anuncia la incursión de más expanistas, experredistas y expriístas a las candidaturas más anheladas por quienes fundaron el partido con el argumento de reclutar más liderazgos.
Tal parece, anticipan, que la verdadera alianza PRI, PAN y PRD está al interior de Morena, que desplaza a los cuadros más leales a la causa obradorista.
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