Redacción
Consejeros de la Junta Local del Instituto Federal Electoral (IFE) en el Estado de México admitieron que en la pasada elección presidencial del 1 de julio existió una coacción del voto, y aunque hay avances en la organización de los comicios aún existe una democracia distorsionada de la que responsabilizaron a todos los partidos políticos.
En conferencia de medios, cinco de los siente consejeros de la Junta Local del IFE ofrecieron un balance sobre los comicios federales de este año, en el cual advirtieron que no se trató de una elección totalmente transparente y libre.
A un mes de validada la elección presidencial que dio por ganador al ex gobernador Enrique Peña Nieto, y en un amplio ejercicio de autocrítica, los consejeros electorales del IFE en el Estado de México reconocieron que se incurrió en diversas fallas durante el proceso electoral, que se reflejaron en acciones de los propios partidos y candidatos.
El consejero Norberto López Ponce advirtió que durante el proceso comicial hubo un manejo faccioso de programas sociales, y aunque no refirió nombres, ni partidos, aludió a los apoyos asistenciales que presumió en la víspera el actual mandatario Eruviel Ávila con motivo de su primer informe de gobierno.
«Conozco el uso que se le dio a estos programas de becas para las escoltas, para bandas de guerra, para niños con discapacidad, de cómo comprometieron a los padres de familia para jalar votos para un partido», aseveró López Ponce.
Por separado, las consejeras Jessica Rojas y Vanesa González detallaron que todos los partidos incurrieron en la coacción del voto, y añadieron que un gran sector de ciudadanos estuvieron poco informados, por lo cual no existieron condiciones para emitir un sufragio libre en la pasada elección federal.
Por su parte, los consejeros Gabriel Corona y Bernardo Barranco sostuvieron que en México existe un amplio déficit democrático, tras admitir que el resultado electoral no ha sido ampliamente reconocido.
En su conjunto, los consejeros de la Junta Local del IFE en la entidad consideraron necesaria una reforma electoral en el Estado de México.
Explicaron que la intención es buscar una mejor competencia, instrumentos de fiscalización y el rediseño de la relación medios- elecciones, además de reducir costos en la organización de los comicios en el estado.
En el diagnóstico, los consejeros detallaron que hubo “un mercado negro electoral; inadecuada observación electoral; trato inequitativo de los medios de comunicación para los candidatos”.
