Los Cinco Magníficos
Israel Dávila
El Gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto acotó hace tres semanas, en el noticiero matutino de Televisa, que eran cinco personajes en los que podría recaer la candidatura del PRI al gobierno de la entidad.
Su declaración fue excluyente con al menos tres priistas más que, de alguna manera, habían expresado intenciones por contender por la nominación. Hablamos de Manuel Cadena, Alfonso Navarrete y Azucena Olivares, quienes, desde ese momento vieron cortadas, de tajo, sus aspiraciones.
El gobernador Peña Nieto refirió sólo cinco. Todos sabían que aludía a Alfredo del Mazo Maza; Eruviel Avila Villegas, Ernesto Nemer Álvarez, Ricardo Aguilar Castillo y Luis Videgaray Caso. En ese momento Peña los adoptó y los hizo parte de su grupo político aun cuando, por sus orígenes, pertenecieran a otra célula del partido.
Los cinco sabían que de entre ellos saldría el candidato. Le debían ya a Peña Nieto la oportunidad de, al menos, ser mencionados o catalogados como aspirantes serios. La declaración del gobernador hizo que los medios de comunicación y la opinión pública los pusiera en otro estatus, por encima del resto de los políticos mexiquenses en la actualidad, salvo contadas excepciones.
Sólo uno logrará su objetivo, pero los demás saben que cuentan con un pasaporte que les garantiza un ascenso en su carrera política, que hasta la fecha, está ligada casi por completo al ámbito estatal, salvo Videgaray que rápidamente logró introducirse a la política de alto nivel de este país, por el rol de presidente de la comisión de presupuesto que le fue encomendada en la Cámara de Diputados.
Así las cosas, uno tendrá a su alcance, si es que gana la elección constitucional del 3 de julio, el máximo poder de la entidad más poblada del país y con mayor presupuesto. Una ventana segura al resto del país.
Los cuatro que no alcanzarán la postulación, tendrán la posibilidad de insertarse, por la gracia del gobernador Enrique Peña, en las grandes ligas de la política nacional.
Algunos de ellos llegarán al Senado de la República el próximo año. Tal vez uno por la vía plurinominal (sin elección de por medio) y otro por la de mayoría (compitiendo en los comicios por el cargo).
Otros podrán llegar a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, pero no como legisladores del montón, sino con capacidad de negociación e interlocución con el resto de las fuerzas políticas.
Uno de ellos se podrá integrar al gabinete federal, si es que Peña Nieto logra llegar a la anhelada Presidencia de la República, pero de no ser así accederá a un cargo donde tengan juego para seguir labrando su camino en la política nacional.
En síntesis, los cinco bautizados por los medios como “magníficos” dejarán de ser políticos locales para convertirse en actores nacionales, en cambio los tres que no fueron considerados por el gobernador en aquella declaración matutina a Televisa, seguirán anclados a la política local con un cargo de consolación que les puedan otorgar dentro de la negociación.