Toluca, Edomex. 09 de octubre de 2017.- La clase política del Estado de México anda muy enamoradiza. En los últimos meses se han casado, el exgobernador mexiquense, Eruviel Ávila; el exsecretario de Salud, César Gómez Monge; y la actual secretaria de Turismo, Lorena Marín Moreno (quien contrajo nupcias en Canadá). El año pasado, también tuvieron sus enlaces matrimoniales el exgobernador Arturo Montiel Rojas; lo mismo que el secretario del Trabajo federal, Alfonso Navarrete Prida. Y el amor entre la clase gobernante, hoy parece epidemia.
Apenas el sábado anterior, el exconsejero jurídico del peñismo y exdiputado local, Humberto Castillejos también dio su paso al altar. Incluso, en junio pasado, Castillejos renunció a su cargo en el gabinete para organizar la boda, efectuada en un jardín exclusivo de Ocoyoacac, a la que asistió Peña Nieto, y el expresidente Carlos Salinas de Gortari. Llama la atención que ninguno de los secretarios del gabinete peñista haya acudido al enlace nupcial, incluidas las ausencias de todos los aspirantes presidenciales.
Todo queda en familia. Humberto Castillejos se casó con Paulina Landa Quintanilla, quien es secretaria particular del titular de la PGR (y primo de su recién esposo), Raúl Cervantes Andrade. A la boda también se pudo confirmar la presencia del exmandatario estatal, Eruviel Ávila, y del actual gobernador, Alfredo del Mazo. Sin duda, Castillejos es uno de los hombres más influyentes en el proyecto ideológico del peñismo, quien instrumentó reformas estructurales como la energética y la educativa desde su escritorio. Junto a sus primos, Raúl Cervantes y Alfredo Castillo (titular de la Conade) han conformado una triada empoderada en el círculo más cercano del mexiquense, Enrique Peña.
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Por un pronunciado conflicto de interés, Ivett Tinoco García y Marco Cienfuegos están obligados a exculparse de participar en la comisión de selección del Comité Anticorrupción del Estado de México. Ambos, parte de la comunidad de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEM, enfrentan por separado, decisiones que confrontan con sus trayectorias, sus funciones y sus afectos. El Sistema Anticorrupción podría surgir de un proceso desaseado, que exige enmendarse a tiempo.
Ivett Tinoco fue designada hace algunos días como directora general de patrimonio y servicios culturales. Sin embargo, aún forma parte de la comisión de selección del sistema anticorrupción. En esencia, Ivett Tinoco (exdirectora de la Facultad mencionada) es juez de un sistema de combate a la corrupción que en breve deberá vigilar las tareas del Poder Ejecutivo, del que ya forma parte. Y de los diputados locales tampoco existe un pronunciamiento formal.
Del otro lado, Marco Cienfuegos (actual director de la Facultad) también es integrante de la comisión seleccionadora, pero resulta que en la lista de aspirantes al sistema anticorrupción aparece el exrector de la UAEM, José Martínez Vilchis (otrora director de la misma Facultad). La situación no tendría nada de malo, de no ser porque Cienfuegos fue secretario particular de Pepe, cuando fue rector universitario y consejero electoral de la entidad. Está claro que su voto a favor de Martínez Vilchis tendría una carga de afecto personal y lealtad política innecesaria.
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