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Habitantes de Ocuilan luchan para recuperarse de la tragedia

Redacción.

Ocuilan, 21 de septiembre del 2017.- Un sismo le arrebató a su madre, el mismo que provocó que su hijo se encuentre entre la vida y la muerte. María nada pudo hacer, más que observar como las bardas caían y con ellas el único hogar que tenía.

En el municipio mexiquense de Ocuilan, ha más de 100 kilómetros de Axochiapan, Morelos, epicentro del sismo que azotó a 4 estados del centro de la República; la historia de María del Carmen Guadarrama Morales comenzó a construirse cuando la destrucción llegó.

“Yo estaba por allá, lavando cuando empezó a temblar, tenía a mi mamá adentro en el cuarto, y cuando yo vi ya se habían caído las bardas y todo eso, yo me vine de allá para ver a mi mamá y a uno de mis hijos y ya no los alcancé a que salieran ellos, ya los había alcanzado el temblor con todas las bardas que se cayeron.”

OCUILAN, México.- (Septiembre 20, 2017).- El sismo que se registro el martes 19 de septiembre dejo mas de 800 casas afectadas en el municipio de Ocuilan, en donde dos personas fallecieron y 29 más resultaron lesionadas, la ayuda no se ha hecho esperar, y han llegado de diversas partes víveres, cobijas, medicinas y colchonetas. Agencia MVT /Crisanta Espinosa.

Carmen Morales, su madre de 93 años se encontraba en cama debido a una enfermedad y su hijo de tan solo 22 ingresó a la habitación de adobe con la intención, supone María, de sacar a su abuela, pues cuando fueron retirados los escombros el joven fue encontrado abrazado al cuerpo sin vida de la anciana.

“Me dieron una ayuda para sacarlos, a mi mamá ya la sacaron muerta, a mi hijo lo sacaron privado”, contó María del Carmen con la voz entrecortada y explicó que no sabe cómo se encuentra su hijo, pues lo trasladaron de urgencia a un hospital de Ixtapan de Sal.

Junto con las pérdidas humanas están las materiales, una preocupación más que aqueja a María pues no tiene en donde pasar la noche. Hoy no tiene otra opción que esperar; espera, sin certezas, a que el gobierno le brinde apoyo para poder reconstruir su casa; espera a que su hijo regrese a ella.

En Ocuilan y Joquicingo hay cientos de Marías; al menos 500 personas que perdieron su hogar después del sismo del pasado 19 de septiembre y que caminan entre los escombros tratando de ayudar a limpiar los restos o llevando agua y comida a los vecinos que están bajo la misma circunstancia.

De estos municipios poco se habla en los noticieros; sin embargo, su población perdió mucho, perdió el patrimonio construido por años en segundos, perdió la tranquilidad pues deben dormir en albergues o casas de familiares menos desafortunados y así tendrán que continuar algunos días o semanas, hasta que llegue la ayuda o comiencen a reconstruir sus vidas.

“Pedimos apoyo, no únicamente para nosotros sino para todos los que salimos afectados de la comunidad”.

 

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