Violeta Huerta
Seguramente ha escuchado hablar sobre la necesidad de cuidar sus datos personales para no ser víctima de algún delito, pero de repente no hacemos mucho caso, hasta que alguien nos llama para ofrecernos servicios, o nos llegan mensajes a nuestros celulares o correos , como recientemente ha ocurrido, donde nos hacen encuestas sobre temas como la elección a gobernador .
La información personal incluye datos como: teléfono, dirección, situación económica, propiedades, cuentas, enfermedades, correo electrónico, firma, contraseñas, fecha de nacimiento, edad, nacionalidad, estado civil; la institución o empresa donde trabaja, cargo, sueldo o salario, impuestos, tarjetas de débito, crédito, cheques, inversiones, características físicas, entre otros.
Esos datos pueden estar en manos de particulares como: empresas telefónicas, o de sujetos obligados, es decir: instituciones públicas como : escuelas y hospitales, y en todos los casos los ciudadanos son quienes deben decidir si su información se puede o no compartir.
Sin embargo estamos acostumbrados a dar información, a no verificar los contratos que firmamos; por ejemplo: con las empresas de telefonía para revisar que no puedan compartirla. Tampoco somos cuidadosos al momento de subir información a la red.
Publicar datos o fotografías de usted o de tu familia, de su domicilio, casas y otras propiedades, compras, lugares de diversión u otros podría atraer a delincuentes que intenten robar, extorsionar o hacer algún daño a su familia; por lo cual es necesario tener mucho cuidado de lo que publique por Facebook, Twitter y otras redes sociales.
El Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del estado de México y Municipios (infoem) ha señalado que estamos acostumbrados a «volantear» nuestra información y a entregarla a quien la solicite, sin medir riesgos. Contestamos cualquier cuestionario, firmamos documentos sin leerlos, y a la menor provocación revelamos nuestra identidad y nuestros datos.
En estos días ha habido molestia de varios ciudadanos porque llueven encuestas en los celulares sobre preferencias electorales, y una de las principales preguntas es: ¿Quién les dio mi teléfono. ¿ Quién les autorizó a marcarme?
Es posible que los responsables seamos nosotros por no verificar los contratos con las compañías telefónicas, pero aun así podemos quejarnos y exigir que no sean mal utilizados por particulares, ni por autoridades; y en redes hay que tener mucho cuidado de no regalar información que nos ponga en riesgo.
Todos podemos hacer uso del derecho de oposición para que nuestros datos no se sigan empleando con la finalidad de incluirnos por ejemplo en encuestas, o pedir que los borren de cualquier lista de publicidad.
Este año, los diputados deberán tener lista una nueva Ley estatal de Protección de Datos Personales, pero la norma será letra muerta si no conocemos ese derecho, ni cuidamos nuestros datos. Las quejas de posible mal uso pueden ir al INAI, si son contra particulares, o ante el Infoem, en información que tengan los sujetos obligados.
Además de estar expuestos a posibles robos o fraudes por no cuidar los datos personales, ahora vienen los riesgos en materia política electoral con el bombardeo de información y el acoso de encuestas.
Cuide sus datos y quéjese. Que nadie decida por usted sobre su información personal.
********
El PRD anuncia que quiere quitarse la etiqueta de rijoso, pero sus corrientes se empeñan en mostrar lo contrario; siguen los ataques como si el enemigo estuviera dentro. Es difícil pensar que al final se puedan unir y respaldar al personaje que en precampaña destrozaron.