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EDITORIAL (14-03-2016)

El desarrollo de la elección de autoridades auxiliares que inició en el Estado de México el pasado fin de semana debería significar un ejercicio democrático de auténtica representación social, sin embargo, las autoridades formales han pervertido esa posibilidad para incidir en los comicios de los consejos de participación ciudadana, hoy cooptados por los partidos políticos de siempre.

A poco más de un año de la elección de gobernador, las autoridades formales advierten en la elección de las autoridades auxiliares un primer ejercicio de dominio político en la conformación de sus estructuras electorales, lo que deriva en un pernicioso proceso de representación ciudadana que se aleja de su esencia por constituir consejos de participación social ajenos a los partidos políticos.

elecciones_metepec_planamayor3Sin distingos partidistas, todos los gobiernos municipales desarrollan subterfugios suficientes para determinar un margen de maniobra amplio en la elección de los consejos de participación ciudadana, que les posibiliten contar con autoridades auxiliares afines a sus intereses partidistas, marginando la posibilidad de que existan consejos de participación ciudadana sin ataduras políticas ni componendas sociales que les impidan una actuación más libre.

Muy por el contrario, los gobiernos municipales buscan ejercer un control profundo de los consejos de participación ciudadana para que la toma de decisiones de las autoridades auxiliares transite en una ruta paralela a los márgenes de actuación de los ayuntamientos que entraron en funciones el pasado mes de enero, y demostrarse a sí mismos su capacidad de movilización electoral y de control político, en la reivindicación de sus grupos de poder.

La clase gobernante seduce todo proceso de autentificación ciudadana y termina por contaminarlo todo. De la misma forma, la posibilidad de participación social se reduce sustancialmente ante la incapacidad de ascender en los procesos de representación y en la toma de decisiones sin tener el arropo de la clase gobernante que construye amplias estructuras de dominio.

Sería deseable que desde la sociedad civil se retomará la esencia de los consejos de participación ciudadana para convertirlos en órganos de deliberación social más libres e independientes, que les permitan llevar a cabo una toma de decisiones que refleje las necesidades comunitarias por encima de apegarse a los intereses políticos que actualmente reflejan como parte de las componendas por medio de las cuales tienen la capacidad y posibilidad de ser electos.

Mientras que las autoridades formales deberían optar por dejar en mayor independencia las formas de organización social y garantizar amplia libertad en los procesos de elección de las autoridades auxiliares, que devuelva la autenticidad a los órganos de representación ciudadana, como parte de recuperar la credibilidad institucional que tanto ha perdido la clase gobernante.

En esencia, la posibilidad de que las autoridades auxiliares se conviertan en cuerpos de representación sería un primer ejercicio de deliberación que posibilite a la ciudadanía recobrar su capacidad por articular una toma de decisiones en conjunto con sus autoridades formales, en un ánimo por construir ciudadanía, fortalecer los procesos democráticos y privilegiar los intereses comunitarios por encima de las componendas políticas que hoy dominan el espectro institucional.