Toluca, Edomex. 7 de enero de 2016.- Desde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, los pronósticos son poco más que desalentadores, en tanto que se advierte que las participaciones federales podrían reducirse hasta en un 16 por ciento respecto del año pasado. A esa situación se suman pasivos de las haciendas municipales, quienes recién han asumido funciones, y tienen como plazo el 25 de febrero para aprobar sus proyectos presupuestales.
A pesar de los avatares presupuestales a los cuales estarán sujetos los gobiernos, los programas federales tendrán una prioridad: el Estado de México. La consigna de la administración peñista seguirá encaminada a fortalecer la infraestructura mexiquense. Muchos de los programas sociales, de desarrollo urbano, obra pública y capacitación, estará destinada para la entidad. El gabinete peñista, plagado de mexiquenses, sabe que la encomienda es aterrizar recursos a 18 meses de la sucesión.
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José Manzur ha comenzado a usar la Secretaría General de Gobierno como una bolsa de trabajo. Ayer instaló en su organigrama, a su inseparable amigo Gerardo Hernández Tapia, quien siempre ha recibido el arropo de Manzur. El exalcalde de Coatepec Harinas, exdiputado federal y exsecretario particular de César Camacho, asumió la subsecretaria de desarrollo municipal. A cuatro meses de haber quedado fuera del presupuesto, el priísta ya fue reinstalado en la nómina del gabinete eruvielista.
Manzur, que tiene la mira puesta en 2017, también sumó al panista Pedro Rodríguez con un puesto menor como director general. El exalcalde de Atizapán de Zaragoza mordió el anzuelo. También reapareció Lorena Marín, la exsecretaria general del PRI mexiquense, cercana a Ana Lilia Herrera. Tras tres meses sin puesto, fue instalada en nómina. Ya encarrerados, sumó al tenanguense Víctor Aguilar Talavera con otra dirección general. Éste último sólo quedó huérfano cinco días sin cargo.
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En medio de la polémica del mando único que se ha desatado en otros estados como Morelos, los gobiernos municipales entrantes en el Estado de México no han manifestado su intención de seguir en ese esquema. Sin embargo, desde antes la Comisión Estatal de Seguridad dio línea sobre quienes deberían ser designados como comisarios de las policías municipales, particularmente de los gobiernos emanados del priísmo. El control centralista se concentró desde las oficinas del gobierno estatal.
Adiós a la autonomía municipal, aun cuando el tan afamado Mando Único es altamente cuestionable, en tanto que no ha disminuido la incidencia criminal, y muy por el contrario, los delitos de alto impacto siguen lacerando la tranquilidad de los mexiquenses. La estrategia de seguridad es fallida, a pesar de los discursos festivos de las autoridades. Ahí permanecen las ejecuciones, los feminicidios, los secuestros, y las cifras de un esquema que no funciona.
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