Toluca, Edomex. 10 de noviembre de 2015.- Los diputados locales pretenden extenderle un “cheque en blanco” al gobernador Eruviel Ávila con motivo del Presupuesto de Egresos del año entrante. El proyecto fiscal enviado apenas el viernes pasado, podría comenzar su respectiva dictaminación a partir de mañana miércoles y aprobarse con celeridad el viernes en el pleno legislativo. En apenas una semana, la legislatura estatal daría luz verde a la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos sin un debate previo ni una deliberación sobre el gasto público superior a los 221 mil millones de pesos.
En general, resulta extraña la premura que manifiestan los legisladores por avalar las iniciativas de ley de ingresos estatal y municipales, el código financiero y el presupuesto de egresos. Parece improbable que en un periodo de siete días, los legisladores tengan la capacidad de analizar cada una de las iniciativas. De nueva cuenta, se anticipa que prevalezca un fast track por encima de un debate legislativo que permita entender el destino de más de 200 mil millones de pesos. La Legislatura vuelve a mostrarse como un anexo del Ejecutivo, lejos de su función de contrapesos.
Otro aspecto aún más preocupante, es que en San Lázaro todavía ni siquiera aprueban el Presupuesto de Egresos, lo que permitiría tener cifras exactas de la asignación de recursos para el Estado de México y municipios. La proyección presupuestal podría tener ajustes, pero en las consideraciones de los diputados locales lo único que parece imperar es dar luz verde al proyecto presupuestal eruvielista. Es el mundo al revés, al intentar que se tenga presupuesto en la entidad antes que a nivel federal. Bajo sospecha arrancan los diputados locales sus gestiones.
En materia de ingresos, las autoridades estatales aseguran que no habrá nuevos impuestos, y se mantendrán estímulos fiscales para quienes generen empleos. El oscurantismo se mantiene sobre la deuda pública, que entre gobierno estatal y municipios rebasa los 60 mil millones de pesos y tiene colapsadas las finanzas de muchos ayuntamientos. El dato por descubrir es la apuesta de Eruviel por incrementar los pasivos y seguir financiando el gasto a costa de endeudar al Estado. En contraparte, poco o nada se hace por incrementar la base de contribuyentes.
El margen de maniobra del presupuesto es extremadamente reducido. Muchos de los recursos resultan etiquetados de origen. Resulta una utopía pensar en la posibilidad de un presupuesto base cero frente a los compromisos financieros del Estado de México. De los más de 221 mil millones de pesos a repartir, sólo se realizarán ajustes por 300 millones de pesos aproximadamente. De esa bolsa total, alrededor de 100 millones de pesos irán a parar a las finanzas de la UAEM. Otros 100 millones de pesos se asignarán al agro mexiquenses. Y el resto de 100 millones entrará en la rebatinga de organismos autónomos y ayuntamientos. Todos buscan estirar la cobija siempre insuficiente.
Al parecer, Rafael Osornio -presidente de la comisión del gasto público- no debió sufrir demasiado para sacar adelante el presupuesto enviado por Eruviel. La oposición en la legislatura estatal parece muy disminuida y complaciente a conveniencia. Ni PAN como el grupo más numeroso o Morena como la fracción más aguda han movido un ápice las condiciones para que el proyecto fiscal sea avalado el próximo viernes.
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