Toluca, Edomex. 4 de noviembre de 2015.- Es innegable la influencia que tuvo Andrés Manuel López Obrador hace casi trece años para posibilitar la cancelación del Aeropuerto Internacional en Texcoco, acompañado del movimiento de ejidatarios de San Salvador Atenco. A la distancia, López Obrador sigue siendo el líder de la izquierda por antonomasia, pero está muy lejos de posicionar su rechazo al Aeropuerto, en tanto que el gobierno federal -desde el sexenio de Felipe Calderón- adquirió los terrenos necesarios para evitar que cualquier movimiento social doblará a las autoridades.
La paradoja lopezobradorista se concentra en que el emblema de infraestructura del peñismo se edificará sobre el principal bastión electoral del morenismo en el Estado de México. El PRI perdió Texcoco hace tres años y fue incapaz de recuperarlo en los comicios de junio. Higinio Martínez, convertido en el hombre fuerte de Andrés Manuel en tierras mexiquenses, gobernará Texcoco por los próximos tres años, en los que el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México comenzará a forjar sus primeros cimientos. En lo político no será un fácil transitar para Peña Nieto y su proyecto aeroportuario.
La oposición que muestre Morena frente al Aeropuerto en Texcoco, será una amplia muestra de lealtad del grupo que Andrés Manuel pretende empoderar a través de su partido político. El modelo Atlacomulco sugiere cooptarlo todo, por lo que la resistencia que puedan manifestar los cercanos a López Obrador podrán ganarse su confianza o perderla en definitiva. Las posturas radicales del Morena pueden no empatar del todo con una oposición acomodaticia, y que difícilmente se reinventará de un día para otro.
En esa misma tierra, hace 20 meses el gobernador Eruviel Ávila canceló el evento musical denominado Hell and Heaven, cuando el municipio era gobernado por Movimiento Ciudadano, en manos de Delfina Gómez -otra cercana a Hignio-, hoy legisladora federal de Morena. La suspensión de dicho encuentro de grandes bandas musicales fue una decisión política, que en el futuro mediato podría sostener repercusiones al eruvielismo e impactar en la figura ya devaluado de Enrique Peña. La revancha ya corre por conducto de López Obrador.
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A partir de este miércoles, en algunas agencias automotrices se contará con algunos verificentros, lo que permitirá desconcentrar las cargas de trabajo de los 82 centros de verificación que actualmente existen en la entidad. Se trata de una innovadora iniciativa impulsada por el gobernador Eruviel que busca encontrar mecanismos que fomenten la verificación vehicular y facilitar el acceso de estos procesos a la ciudadanía.
El gran desafío de la verificación vehicular sigue siendo la lacerante corrupción. Unidades altamente contaminantes que pasan la verificación a cambio de dinero turbio. Sistemas de evaluación que son alterados por quienes los administran. Se trata de procesos amañados que sólo fomentan la corrupción, y en el que la autoridad se mantiene omisa, negligente y en algunos casos cómplice. En algunos casos, suspende los verificentros pero eso hasta ahora, ha sido insuficiente para eliminar las malas prácticas.
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