Toluca, Edomex. 8 de octubre de 2015.- Eruviel Ávila está a tiempo de retomar el control político del PRI del Estado de México. En la primera mitad de su mandato, el mandatario mexiquense mantuvo su dominio a través de Raúl Domínguez, posición que cedió en medio de un clivaje al interior de su gabinete, que permitió la llegada de Carlos Iriarte, junto con ajustes a su equipo de seguridad y asistencialismo. Ante el proceso electoral, Ávila entregó entonces la dirigencia del PRI próxima a renovarse, en la que podría reacomodar a sus hombres más cercanos y erigirse como el primer priísta de la entidad.
Resulta muy autocomplaciente quien asume que los resultados del partido en el poder en la pasada elección fueron exitosos. Es evidente el avance del panismo en la zona poniente, donde ratificó su bastión en Atizapán, arrebató Naucalpan y Huixquilucan -la tierra de quien se pretende reelegir en el PRI-, y avanzó en Cuautitlán Izcalli y Tlalnepantla. Mientras que la izquierda, ya sea por PRD o Morena se consolidó con fuerza en municipios como Neza y Texcoco. El PRI, por número de votos absolutos y por población gobernada, retrocedió en ambos rubros. Esa es su triste y fría realidad.
El bajo perfil de algunos secretarios del gabinete eruvielista han erigido al gobernador como la figura central de su comunicación política. Poco se sabe de quiénes son sus secretarios de Educación o Finanzas. Mucho menos hablar del comisionado de seguridad estatal o la vocal del consejo de la mujer que han desaparecido de escena. El fortalecimiento del grupo de Ecatepec ha tenido un costo muy alto en la curva de aprendizaje de funcionarios que han llegado al gobierno estatal. Pese a todo, Eruviel ha dado pasos firmes de empoderamiento que necesariamente deberá consolidar.
Para Eruviel no todo ha sido ganancia en los últimos meses. A pesar de su férrea lucha por posicionar su imagen como figura presidencial, también enfrenta obstáculos en lo personal. En la medida que Elba Esther Gordillo se hunde más en la cárcel, sus aliados y protegidos también quedan huérfanos políticamente. Eruviel en el PRI y Moreno Valle en el PAN, fueron parte de la influencia de la exlideresa magisterial para imponer candidatos en diverso partido, jugando a traición, y tener en la antesala electoral a dos aspirantes presidenciales, que sufren con la defenestración de Gordillo.
A Eruviel le impacta negativamente la permanencia de Gordillo en la cárcel. A los verdaderos amigos se les conoce en la cárcel, y Eruviel ha marcado no sólo una sana distancia. Elba Esther ha padecido del abandono de sus aliados. Las nuevas acusaciones que pesan sobre Gordillo anticipan un aciago final para Gordillo y un trance político de alta complejidad para Eruviel de buscar nuevas alianzas al interior de su partido. La sobrevivencia política, así se lo exigirá.
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