Toluca, Edomex. 14 de septiembre de 2015.- Eruviel Ávila sigue demostrando el ejercicio del poder político a nivel estatal. En la definición de las comisiones legislativas en el congreso mexiquense volvió a dar muestra de sus afectos personales para repartir las posiciones de privilegio a sus hombres más cercanos y de máxima confianza. Expuso que es el primer priísta de la entidad a pesar de las voces que pugnan por restarle méritos y liderazgo. Cruz Roa, Raymundo Martínez y Rafael Osornio muestran el músculo político como los operadores de la legislatura por lo que resta del sexenio eruvielista que entrará en su etapa final apenas realice su cuarto informe de gobierno.
Raymundo Martínez parece resucitar del ostracismo legislativo que representaba haber sido marginado de la coordinación de la bancada priísta. Será el gran interlocutor de la negociación política en la legislatura local. El exsecretario de Educación ha sido uno de los operadores del eruvielismo desde su campaña electoral. Martínez más que un titular de Educación fue un secretario de gobierno de facto, en los tiempos en que Ernesto Nemer y Efrén Rojas ocuparon la segunda oficina de importancia del Poder Ejecutivo. Raymundo goza de la cercanía con Eruviel. Lo que escucha y diga Martínez desde la Legislatura será con autorización de su jefe, el gobernador.
Rafael Osornio fue en su momento, uno de los operadores políticos de bajo perfil pero superior jerarquía para el exgobernador Arturo Montiel. Su aparición en la legislatura mexiquense sostiene gran simbolismo político. Es diputado por Atlacomulco, la misma posición que hace 12 años ocupó el hoy presidente Enrique Peña Nieto. Quienes saben de la enmienda política, atribuyen su acercamiento con Eruviel a su hermano Arturo, hoy poderoso secretario de desarrollo social. Los Osornio han asumido un protagonismo inusual que deben advertir desde ahora que Atlacomulco será puntal de definiciones en el impulso del candidato a gobernador de 2017.
Otros de los legisladores, aunque en menor medida, serán indispensables para el empuje priísta son Omar Velázquez, que desde el Suteym presidirá la comisión de asuntos electorales; Miguel Sámano Peralta, exsecretario particular de Arturo Montiel, encabezará la comisión de desarrollo social; y Tassio Ramírez Hernández, quien por la vía del Partido Verde, brincó de la secretaría auxiliar de Eruviel Ávila a la comisión de Legislación y Administración Municipal. Eruviel ha movido sus piezas para controlar el Poder Ejecutivo y Legislativo en la recta final de su mandato.
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El presupuesto para el Estado de México parece inamovible. En la tierra originaria del peñismo, y en medio de la incertidumbre de los mercados internacionales, los proyectos de infraestructura siguen su curso. En el presupuesto anunciado la semana pasada por la Secretaría de Hacienda no existe reducción alguna al proyecto del nuevo aeropuerto que se construirá en terrenos de Texcoco. Muy por el contrario, los procesos de licitación para este año siguen su curso, y las actividades planeadas para el 2016 ya se han confirmado. La nueva terminal aérea se desarrollará en terrenos mexiquenses dominadas electoralmente por el Movimiento de Regeneración Nacional de López Obrador.
El tren México – Toluca también sigue su curso. Ayer Roberto Padilla, secretario técnico del gabinete supervisó las obras de avance del proyecto ferroviario. Las expectativas peñistas son inalterables en su tierra natal. El tren que conectará a los mexiquenses con la capital del país quedará concluido en noviembre de 2017. Los amplios presupuestos para el Estado de México han proliferado desde que la Comisión de Presupuesto de San Lázaro fue presidida por los mexiquenses Luis Videgaray, Alfonso Navarrete y José Manzur entre 2009 y 2012. Para el 2016 parece no ser la excepción.
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