Redacción
Toluca, Edomex, 25 de mayo.- Fueron dos horas de monólogos, de exposición de ideas y propuestas para convencer al electorado de ser la mejor opción a la presidencia municipal de Toluca. Dos horas en las que la confrontación de ideas fue casi nula y el debate prácticamente inexistente. La disputa resultó más interesante en el exterior del auditorio del Instituto Electoral de la entidad, para saber qué equipo de campaña organizaba la porra más ruidosa o el aplauso más ensordecedor. O bien, cotejar qué bando se organizaba mejor para posicionar a su candidato como ganador de este ejercicio.
Así transcurrió el primer debate oficial entre candidatos a la presidencia municipal de Toluca, organizado por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), y al que una amplísima mayoría de ciudadanos de la capital mexiquense no tuvo acceso, pues ningún medio de comunicación masiva, excepto, Uniradio de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), prestó su señal para transmitirlo.
El debate también fue ignorado por el candidato del PRI a la alcaldía de la capital, Fernando Zamora, quien por estrategia, decidió no responder a la convocatoria del IEEM. Qué necesidad de acudir cuando las encuestas te ubican en primer lugar, se justificaron los tricolores. “Nada de esto va a cambiar el resultado, pues tenemos asegurada la victoria”, aseguró antes del debate un experimentado representante del Revolucionario Institucional.
Los candidatos del PAN, PRD, PT, Movimiento Ciudadano, Morena y Partido Humanista confirmaron su asistencia desde el sábado pasado y este lunes se presentaron puntuales a la cita. El abandero de Encuentro Social, Isaac Díaz irrumpió en el auditorio del IEEM cuando el debate había iniciado. Exigió se le dejara participar, pero fue negada la posibilidad por no haber dado respuesta en tiempo y forma a la invitación formulada por la autoridad.
Durante casi una hora, los seis candidatos expresaron sus propuestas en materia de seguridad, pues fue el tema pactado para el debate. La candidata del PRD, Ana Yurixi Leyva Piñón fue la más clara y concisa. A pesar de su experiencia, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, del PAN, lució un poco apresurado y ansioso, lo cual fue factor para que no diera un mensaje claro de sus propuestas.
Gustavo González, un comandante del Ejército en el retiro, hoy postulado como candidato a la presidencia municipal de Toluca, por el Partido Humanista estuvo más preocupado por dar a conocer su currícula que por proyectar sus ideas para hacer de Toluca un lugar más seguro.
El candidato del PT, Guillermo Molina, estuvo atrapado durante todo el debate en su figura de abogado y conocedor del derecho y cuando intentó dejar esa postura se transformó en un bufón.
Sergio Aarón Dávila Payan, de Movimiento Ciudadano y Maximino Pérez Hernández, de Morena prácticamente pasaron desapercibidos. Como desapercibido pasó para el IEEM, el error en la identificación de este último candidato a quien siempre lo subtitularon como Máximo Pérez Hernández.
El representante de Morena se levantó para la segunda etapa del debate con su planteamiento de atención urgente al problema del río Verdiguel. Acaso le faltó ser más explícito en su propuesta.
El panista Juan Rodolfo Sánchez Gómez aprovechó sus intervenciones para reprocharle al priísta Fernando Zamora su desinterés en acudir al debate y de paso culpar a las administraciones del tricolor de todo lo malo que vive hoy Toluca.
El petista Guillermo Molina le recriminó a Juan Rodolfo su quehacer como alcalde hace 8 años y después se enfrascó en un diálogo con el candidato del Partido Humanista.
Ana Yurixi Leyva cerró el debate con dos golpes poco esperados. El primero dirigido al panista Juan Rodolfo, por los excesivos ingresos autorizados para él y sus colaboradores cuando fue alcalde de la ciudad y el segundo, a un PRI ausente por las pifias cometidas en las obras de rectificación de la bóveda del rio Verdiguel, que ya cobraron una vida en febrero pasado.
La moderación del debate a cargo del periodista Oscar Gleen estuvo literalmente rebasada por los seguidores y porristas que tomaron el auditorio del IEEM y que tras cada intervención de su candidato lanzaban porras y vivas, violando así los acuerdos para mantener el orden.
Casi todos los candidatos salieron satisfechos y ufanándose de un triunfo que pocos vieron a través de la señal web, o que escucharon por la frecuencia de Uniradio.