Redacción
Distrito Federal. 20 de mayo de 2015.- La auditoría interna encargada por la constructora española OHL sobre presuntas irregularidades en los títulos de concesión de la construcción del Viaducto Bicentenario en México concluyó que no existieron inconsistencias y que hasta ahora “se ha cumplido bien y fielmente los términos y condiciones del título de concesión del Viaducto Elevado Bicentenario de México”.
En un informe remitido por la empresa OHL ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España, se establece que en la construcción, administración y operación del Viaducto Elevado Bicentenario por parte de la constructora española “no se habría incurrido en ninguna irregularidad de trato de favor o sobre costos”.
La investigación interna fue ordenada por el Consejo de Administración de OHL, luego de que fueron difundidas conversaciones telefónicas en las que estaban involucrados altos ejecutivos de OHL México, quienes fraguaban un presunto fraude al falsear datos técnicos para justificar incrementos en el peaje de dicha autopista urbana; así como generar sobreprecios en las distintas etapas de construcción de la misma.
Las conversaciones telefónicas, ponían de manifiesto contratos públicos en condiciones presuntamente ventajosas, entre ellos el del Viaducto Bicentenario.
También participaba el secretario de Comunicaciones estatal, Apolinar Mena Vargas, quien pedía favores a los empresarios para el pago de sus vacaciones decembrinas, lo que le costó la renuncia al cargo y una multa por 189 mil pesos por parte de la Contraloría gubernamental.
En la víspera, OHL anunció la contratación de la consultora estadunidense para que evaluara las condiciones del contrato, en cuyo informe sólo analizó la documentación que entregó la propia compañía, al ser una “auditoría interna” sin ningún tipo de vinculación a un órgano judicial independiente.
En días pasados, el escándalo mediático provocó una caída en las acciones en el mercado bursátil, sin embargo, el informe presentado este miércoles redundó en una respuesta positiva de los inversionistas, y reflejado en un incremento de la cotización de la empresa en Bolsa, al lograr un crecimiento del 3 por ciento.
En el informe desarrollado por la consultora Ernest & Young se reconoce que entre la firma del contrato, en el 2008, y la ejecución de la obra se ha producido “un desequilibrio financiero”, lo que provocado una “sobreinversión de dos mil 765 millones 936 mil pesos en la Etapa I, que fue corroborada y justificada por los Directores de Proyectos y Control de Obras y de Operaciones”.
Además se concluye que “hemos comprobado que las condiciones que dieron lugar al reequilibro de la Concesión en 2011 fueron compartidas, revisadas y aprobadas” y que “hemos comprobado que el proceso de reequilibrio de 2011 se llevó a cabo conforme a lo dispuesto en el Título de Concesión, y que antes de la aprobación del mismo, se compartió la información financiera necesaria” con las administraciones mexicanas.
En resumen, la auditoría interna establece que “en nuestra opinión, el reequilibrio financiero realizado en 2011, único reequilibrio realizado hasta la fecha, resultaba necesario de acuerdo con el Título de Concesión y se realizó conforme a los términos dispuestos en el mismo”.