Toluca, Edomex. 11 de marzo de 2015.- La eventual llegada de Erasto Martínez como futuro diputado local a partir de septiembre próximo, supone robustecer el empoderamiento del que goza el actual grupo de poder en el gobierno, representado por Eruviel Ávila y los suyos. No sólo eso, pues contar con Erasto en la próxima legislatura representaría una nueva apuesta del eruvielismo por hacerse de la coordinación de la bancada priísta en el Poder Legislativo, desplazando de esa posibilidad a su hombre de confianza, Raymundo Martínez.
De confirmarse que Erasto se convertirá en diputado local, Raymundo Martínez podría pensar en que será un diputado más, pero no será la pieza clave de Eruviel. Mientras que la renuncia del secretario de Finanzas advierte la separación del gabinete del hombre que mejor y más conoce a Ávila. Prescindir de Erasto no debió ser fácil para la causa eruvielista de no ser porque la consigna implica una responsabilidad mayor para enfrentar los desafíos de la última parte de su mandato.
En todo caso, ¿qué obligó a Eruviel a cambiar de estrategia para suplantar a Erasto por encima de Raymundo en busca de la coordinación legislativa? Simple. La postulación de Raymundo es por demás vulnerable, en tanto que no sólo tiene complicada la contienda electoral, sino que además parece un perfil impugnable para las “fuerzas vivas” para apoyar su ungimiento como coordinador.
A eso se suma la postulación paralela de Miguel Sámano y Rafael Osornio, ambos montielistas, viejos lobos de mar y con un amplio colmillo en la operación político, se advierte que harían trizas a Raymundo en medio del naufragio. Por tanto, si Erasto llega a la legislatura local será una especie de contrapeso político a favor de los eruvielistas. La lucha por la coordinación priísta está en el aire.
En medio de la disputa priísta, hay quienes en su lucha acomodaticia por el poder no pierden el tiempo. A partir de septiembre, quien ya alista maletas para ser diputado local es Mario Enrique del Toro a través del Partido Verde en solitario. Mario Enrique, de origen priísta, fue legislador panista y parte de la escisión independiente del 2001. Posteriormente militó en el PRD sin mucha suerte y con amplias vicisitudes. El priísta Pablo Basáñez lo rescató en el Ayuntamiento de Tlalnepantla y en los comicios venideros será candidato del Verde a legislador local.
Si bien Mario Enrique perderá en la elección constitucional, la apuesta del político multicolor es ingresar a la legislatura local por el principio de primera minoría cuando se desarrolle el reparto de las diputaciones plurinominales. De ahí que se pueda explicar que ahora el PRI vaya a encabezar las 42 candidaturas de su alianza electoral con el Partido Verde. Particularmente la candidatura de Mario Enrique no tiene alianzas consigo. Esa es una muestra de que a veces perdiendo se gana.
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