Redacción
Con la decisión previamente planchada arribaron los 37 ungidos para convertirse en candidatos a diputados federales por la alianza PRI – PVEM. Pese a que se colaron dos espontáneos, se les negó el registro, y de esa forma dar paso a las candidaturas únicas, del mismo modo en que el líder político Enrique Peña Nieto se hizo del abanderamiento por la Presidencia de la República. Con procesos internos que simulan, y que demuestran que las formas y estilos no han cambiado. Otros tres espacios están reservados para el PVEM.
El acarreo se hizo presente a lo largo del día. Las porras, las bandas, las batucadas, las mantas que exaltan virtudes de quienes hoy se inscriben. Los políticos que padecen el síndrome del “chapulín” y saltan de un cargo a otro. El reciclaje de candidatos que rehúyen a la reelección, pero temen mucho más quedar fuera del presupuesto. La imposición de candidaturas, el pago de facturas, el reparto de cuotas y las dinastías que se creen merecedores del cargo público.
Los juniors que reclaman su espacio en la política por simple herencia y merecimiento de estirpe. Allí estuvieron Fernando Maldonado –hijo de Juan Maldonado Pereda, ex secretario de Educación en Veracruz-; Laura Barrera –hija de Heberto-; Denisse Ugalde –hija de Arturo-; Irazema González Olivares –hija de Azucena-; Suelen Bernal –hija de Eduardo- y Roberto Ruiz Moronatti –hijo del líder sindical del mismo nombre-. Nuevas caras pero es la tercera generación de la familia revolucionaria, de los viejos estilos, de los dinosaurios que se resisten a extinguir, y que cierran el paso a nuevos cuadros, los mismos que se oponen en San Lázaro a las candidaturas ciudadanas.
Y en el reciclaje, presidentes municipales y diputados locales que dejaron inconcluso su cargo: Gerardo Hernández Tapia, Tanya Rellstab, Blanca Esthela Carmona que van por su tercera elección consecutiva, y en todas sin concluir sus gestiones.
María Elena Barrera Tapia, Edgar Navarro Sánchez, Gerardo Liceaga, José Rangel Espinoza, José Manzur, Isabel Rojas de Icaza, Flor Martha Angón, Cristina Ruiz y Guillermo Calderón entre muchos más que se enlistaron para buscar su curul en San Lázaro, sin haber terminado las funciones para el periodo para el que fueron electos.
Los poderes fácticos y organizaciones sociales que estrangulan partidos. Jesús Tolentino Román Bojórquez y la Antorcha Campesina con sus plantones busca retener su lugar en la Cámara de Diputados. Darío Zacarías Capuchino –líder de la CNC- buscará ser parte de la “bancada campesina” que siempre revienta las negociaciones presupuestales. Fernando Zamora y el peso clientelar del magisterio estatal y sus más de 80 mil agremiados, también alcanzó un espacio en los abanderados del priísmo mexiquense.
La unidad por encima de todo, aunque la inconformidad de quienes no fueron incluidos está latente. La fractura siempre como amenaza, y la renovación de los cuadros políticos como un asunto pendiente. Hoy la lista ya fue palomeada por el gran elector del PRI, y líder aún político del Estado de México, su candidato presidencial Enrique Peña Nieto, y en el partido las decisiones se acatan y se obedecen. La democracia interna es sólo una promesa del nuevo PRI.
La elección está en puerta, y quienes ganaron hace tres años, creen con soberbia algunos, que la suerte estará otra vez de su lado. La batalla está por iniciar.
