Redacción
Toluca, Edomex. 17 de julio de 2014.- La Procuraduría General de Justicia del Estado de México, descartó este jueves la versión de que los 22 presuntos delincuentes abatidos en el poblado de Ancón de los Curiales, del municipio de Tlatlaya, el pasado 30 de mayo, fueron fusilados por soldados del Ejército Mexicano, como se difundió este fin de semana por la agencia internacional de noticias AP.
El procurador mexiquense, Alejandro Gómez Sánchez aseguró que no existe ningún elemento ni evidencia que haga pensar en que los 22 muertos al interior de una bodega en la ranchería de Ancón de Curiales hayan sido ejecutados por personal de la Sedena, como lo sugirió un despacho informativo de AP, que se publicó en varios medios estadounidenses y fue reproducido en México por la revista Proceso y el periódico Reforma.
Ese hecho, ocurrido la madrugada del 30 de junio pasado, ha sido el más violento durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto, pues en ningún otro ha habido tal cantidad de víctimas.
La versión oficial sobre los hechos de esa madrugada, difundida por la Secretaría de la Defensa Nacional, indica que los soldados se enfrentaron a delincuentes, cuando los efectivos de la milicia realizaban un patrullaje por la zona. La Sedena, aseguró que tras el enfrentamiento se logró la liberación de tres mujeres que presuntamente estaban secuestradas.
Reporteros de la agencia AP hicieron indagatorias en la zona de los hechos y recorrieron la bodega donde fueron abatidos los presuntos delincuentes. Tras la inspección concluyeron que no había sido un enfrentamiento, como era la versión oficial, sino que existían elementos para presumir que se había tratado en realidad de un fusilamiento.
Para sostener esta tesis, AP dijo que sus reporteros no localizaron casquillos en la zona, más que dentro de la bodega y en un espacio reducido, además de que localizaron hojas donde presuntamente habían caído las víctimas.
Hoy el procurador Alejandro Gómez Sánchez aclaró que en las indagatorias que realizó el ministerio público del fuero común no se encontró evidencia o elemento que hiciera pensar que se trató de una ejecución o fusilamiento.
“El ministerio público del fuero común inició la averiguación correspondiente de estos hechos, practicó las diligencias respectivas y en su momento remitió la carpeta a la PGR. De las diligencias practicadas por la Procuraduría del estado no se desprende indicio alguno que haga presuponer o pensar en la posible ejecución o fusilamiento como se aseguró”, dijo el procurador mexiquense.
“La pericial de mecánica de hechos y criminalística de campo nos hace ver claramente que hubo un intercambio de disparos entre los elementos del Ejército Mexicano y las personas que se encontraban al interior de la bodega, tanto de disparos que se ve, se aprecia dentro de la bodega hacia afuera, como de la camioneta donde estaban los soldados, hacia adentro de la bodega”, explicó.
El procurador aclaró que 19 de los 22 cuerpos de las víctimas ya fueron entregados a los familiares y se pudo constatar que éstas eran originarias de varias comunidades de Guerrero.
A la fecha, la investigación está a cargo de la PGR y la PGJEM sólo tiene un desglose de la misma, producto de que tres cadáveres no han sido identificados.
