En 2006, los medios de comunicación satanizaron hasta el cansancio aquella frase que lanzó López Obrador en medio de un mitin, durante el conflicto postelectoral, donde enunció: «al diablo con las instituciones»; donde anticipaba su desencanto por las resoluciones del IFE y del Tribunal Electoral que validaron en su momento el triunfo de Felipe Calderón. Seis años después, ya en la contienda de 2012, el aspirante priísta Enrique Peña Nieto parece retar a «las instituciones» y mandarlas «al diablo» aunque de forma educada, algo que en los medios tradicionales se omite difundir.
A través de su cuenta de twitter, el ex gobernador mexiquense volvió a arremeter en contra de la anulación de los comicios para alcalde en Morelia, cuya resolución se dio la semana pasada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. La sala regional con sede en Toluca determinó irregularidades graves que invalidaron el triunfo del PRI por la alcaldía de Morelia. Frente a ello, Peña Nieto ha mostrado su enfado, al considerar de injusta la decisión del órgano jurisdiccional. Ayer lanzó el siguiente tweet: «Llegando a Morelia. Vine a solidarizarme con el priísmo y con la sociedad, a quienes el fallo del tribunal no les respetó su decisión» o lo que es lo mismo, «al diablo con las instituciones», pero más barato.
El 10 de Enero se dará a conocer la encuesta de Consulta Mitofsky luego de los dislates de Enrique Peña del pasado mes de diciembre. Muchos dicen que la caída en las preferencias electorales ha sido inevitable, otros más aseguran que los poderes fácticos comenzarán a legitimar a partir de encuestas, lo que será una contienda reñida para julio entrante. Y es que los expertos en opinión pública dudan, que ya los poderes no formales, hayan tomado una decisión sobre quién votar en los comicios presidenciales. Jugar con la posibilidad de una competencia cerrada es lo que más conviene a sus intereses. Gobernar con «amor» o con una mujer está en sus posibilidades.
En las últimas semanas del 2011, Enrique Peña Nieto ha intentado de forma improductiva, recuperar el terreno perdido en la preferencia electoral. Para bien o para mal, el mexiquense llegó a la cúspide de su aceptación social antes de tiempo, lo que le permitió imponerse como candidato único del PRI a la Presidencia de la República. Sin embargo, ahora opera en su contra un efecto boomerang, pues todo lo que sube tiene que bajar, y quizá con la misma o mayor rapidez con que se alcanzó la cima. Peña subió muy rápido a la punta de la montaña, y ahora es tiempo del descenso, que esperan los expertos no sea tan pronunciado ni tan súbito. Arrancan!!!
La designación de Gustavo Cárdenas Monroy como delegado del PRI en el Distrito Federal no cayó nada bien en el círculo rojo de Beatriz Paredes Rangel. La ex dirigente nacional priísta no ve con buenos ojos la imposición del mexiquense como principal operador electoral de su campaña por la jefatura de gobierno de la capital del país. Nadie olvida que el último mexiquense que buscó movilizar la maquinaria tricolor en el Distrito Federal fue Gerardo Ruiz Esparza -actualmente muy cercano a Peña Nieto- cuando fungió como coordinador de campaña de Alfredo del Mazo González, en su fallida campaña electoral de 1997.
Muy estratégica resulta la designación de Isidro Pastor Medrano como delegado del CEN del PRI en Baja California. El fronterizo estado norteño, gobernado por el PAN desde 1989, será un objetivo electoral de los priístas para los comicios de 2013, cuando se renueve la gubernatura que hace cinco años perdió el mexiquense Jorge Hank Rhon. Para los comicios del año entrante ya se alista la candidatura de Pablo Escudero, como abanderado del PRI – PVEM. Escudero actualmente es diputado federal por el Verde, pero su principal logro político es ser yerno del senador Manlio Fabio Beltrones.
