loader-image
Toluca, MX
5:25 am,
temperature icon
muy nuboso
Hora Estándar Central

El fracaso electoral

Francisco Ledesma

 

Son muchos los millones de pesos que los partidos políticos y sus candidatos destinan a las estrategias de persuasión y convencimiento. Independientemente del resultado del próximo 1 de julio, y de las cifras finales, las herramientas de mercadotecnia política parecen haber fracasado, en razón de una creciente apatía ciudadana, y de una mínima recordación de las campañas electorales que han sido puestas en la oferta electoral de 90 días de proselitismo

Hoy, cuatro de cada diez mexicanos no se sienten identificados con las cuatro ofertas electorales rumbo a la Presidencia de la República. A pesar de la spotización democrática que padecemos, de la presentación de encuestas recurrentes, de los mensajes cifrados, de las inserciones pagadas en medios escritos, y de las entrevistas pactadas en los electrónicos, no se ha podido superar el hartazgo social que se siente hacia la clase política del país.

Aún más, de los seis mexicanos que irán a las urnas el próximo 1 de julio, son pocos, escasos los votantes que tienen con claridad las propuestas electorales que representan sus candidatos. Al parecer las estrategias de trasmisión de mensajes no funcionan lo suficiente, pues los electores no identifican la propuesta electoral que distingue a su candidato del resto, y el nivel de recordación de su plataforma política parece inexistente.

Muchos de los mexicanos que asistirán a las urnas, votarán con base en una identificación partidista. Es decir, independientemente del candidato postulado, quienes emiten el sufragio, lo hacen a partir de sentirse parte de una agrupación política. Abunda en esta posibilidad, que la identificación partidista surja a partir del nivel institucional; o lo que es lo mismo, por tradición familiar, por pertenecer a un grupo de amigos, entre otros factores.

Otros tantos, lo hacen bajo el razonamiento de que trabajan para determinado partido, político o gobierno, es decir, bajo la cultura del clientelismo arraigada en todos los partidos sin excepción. No hay un convencimiento político de la oferta electoral por la que se emite un sufragio, se hace incluso sin coacción del voto, sólo por mero reflejo de conservar el empleo, el estatus de vida, la condición de poder que se posee o se aspira obtener.

Algunos más, asistirán el próximo 1 de julio a emitir un voto de castigo en contra de tal o cual partido. Ahí se incluyen quienes manifiestan un hartazgo frente al gobierno actual, otros que se pronuncian en contra de la popularidad de un candidato, y no falta quienes sucumben frente a los diversos mitos que se levantan en torno a los aspirantes, como parte de la guerra sucia que permea entre los medios de comunicación tradicionales, y ahora tan prolífica en las redes sociales que inundan la opinión pública.

Por increíble que parezca, quienes ya tienen decidido su voto, saben poco de las propuestas electorales de sus candidatos. Es ahí, donde la mercadotecnia política falla, donde los argumentos escasean, y donde entre simpatizantes surge el lenguaje virulento para atacar al contrario, pero no necesariamente defender el proyecto político con que se dice identificado.

Las medias verdades o las mentiras completas son parte del debate ciudadano para defender las ideas propias, o para defenestrar a quien opina distinto. Y en esa parte, también tienen responsabilidad los medios de comunicación, los tradicionales y los alternativos, ocupados del rating, de la venta de ejemplares, de las visitas a sus portales, pero donde se sobredimensiona el escándalo, por encima de profundizar en las plataformas electorales.

Mientras que el spoteo que satura nuestras pantallas, y que llenan hasta el hartazgo las estaciones de radio, se obedece a una gran producción, a locaciones extraordinarias, a la venta de una imagen, el posicionamiento de estereotipos, de un buen tono de voz, de una exaltación de los sentimientos, pero que no ubican con claridad la postura política respecto de las reformas pendientes, no reflejan el proyecto de gobierno que ofrecen.

Todos por ejemplo, nos dicen que es necesario emprender las reformas estructurales. La hacendaria, la laboral, la energética, pero poco sabemos los votantes, sobre cuáles son sus planteamientos particulares de cada candidato en el impulso de esas transformaciones que requiere el país. Los spots tampoco nos resuelven la incógnita, todo lo contrario, la agudizan.

De esa forma, el gran fracaso electoral pasa por la desafortunada mercadotecnia política que padecemos. No convencen a muchos, no trasmiten claridad, y simplemente se gasta, y se gasta mucho.

 

La tenebra

Tenemos elecciones muy caras, pero una democracia demasiado costosa. Los costos políticos, económicos y sociales parecen inconmensurables en el proceso postelectoral.

 

Comentarios

comentarios

Vero eos et accusamus et iusto odio dignissimos ducimus qui blanditiis praesentium voluptatum deleniti atque corrupti quos dolores et quas molestias excepturi sint occaecati cupiditate non provident
Lexie Ayers
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua. Ut enim ad minim veniam, quis nostrud exercitation ullamco laboris nisi ut aliquip ex ea commodo consequat. Duis aute irure dolor in reprehenderit in voluptate velit esse cillum dolore eu fugiat nulla pariatur.

The most complete solution for web publishing

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua. Ut enim ad minim veniam, quis nostrud exercitation ullamco laboris nisi ut aliquip ex ea commodo consequat. Duis aute irure dolor in reprehenderit in voluptate velit esse cillum dolore eu fugiat nulla pariatur.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua. Ut enim ad minim veniam, quis nostrud exercitation ullamco laboris nisi ut aliquip ex ea commodo consequat. Duis aute irure dolor in reprehenderit in voluptate velit esse cillum dolore eu fugiat nulla pariatur. Excepteur sint occaecat cupidatat non proident, sunt in culpa qui officia deserunt mollit anim id est laborum.

Tags

Share this post:

Category
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit eiusmod tempor ncididunt ut labore et dolore magna