Redacción
A partir del próximo viernes, comenzará una difícil prueba que deberán sortear los mexiquenses que forman parte del círculo más cercano a la campaña del candidato presidencial del PRI Enrique Peña Nieto con el arranque formal de las actividades proselitistas.
En particular tres nombres de amplia cercanía con Peña Nieto y extensa responsabilidad enfrentarán la más dura experiencia de sus trayectorias políticas, y un reto por delante a pesar de las ventajas que marcan todas las encuestas con el objetivo claro y sin cortapisas de por medio: ganar la Presidencia de la República, y regresar al PRI a Los Pinos.
En ese frente de batalla, en primer orden destaca Luis Videgaray Caso. El ex secretario de Finanzas de Enrique Peña, hoy convertido en coordinador general de la campaña presidencial. Su único antecedente político es haber coordinado la campaña de Eruviel Ávila a la gubernatura mexiquense, y fungir durante corto tiempo como dirigente estatal del PRI.
Su trayectoria ha sido en el terreno económico, definido como un tecnócrata por los priístas, será el encargado del éxito o fracaso de la campaña electoral. Es el hombre de todas las confianzas de Peña Nieto, quien además lo hizo diputado federal en 2009, y estuvo en la recta final para la sucesión por la gubernatura estatal hace poco más de un año.
En esa misma proximidad con Enrique Peña se encuentra Héctor Velasco Monroy. El peñista más puro del grupo, cercano al hoy candidato presidencial desde sus inicios en Atlacomulco. Velasco ascendió en el terreno político al amparo de Peña Nieto. Fue en el corto periodo de seis años -sexenio peñista- secretario particular adjunto del gobernador; diputado local y posteriormente diputado federal.
Actualmente es el coordinador de giras de Enrique Peña. En su primera gran responsabilidad ha decidido que sea Guadalajara el terreno político donde Peña Nieto arranque su campaña electoral. Cuando Peña Nieto quiso ser gobernador –hace siete años-, inició proselitismo en Tlalnepantla – entonces bastión panista-; el viernes se meterá a uno de los nichos dominados por el Yunque y el PAN: Jalisco. El reto para Héctor Velasco parece abrumador en la víspera de las campañas.
Otra función que parece prioritaria será Comunicación Social, donde se ubica el infaltable David López Gutiérrez, vocero de Peña Nieto durante su administración como gobernador del estado. David fue vocero en su momento de Alfredo del Mazo González y Emilio Chuayffet Chemor, con quienes alentó la idea de alcanzar la Presidencia de la República. Los acompañó como gobernadores primero, y como secretarios de Estado después -de Energía con Del Mazo, y de Gobernación con Chuayffet-. En par de ocasiones se quedó a la orilla de la postulación de sus jefes.
En el proyecto montielista, a David López se le atravesó en su camino la mancuerna de Mauricio Reyes y Oscar Ignorosa. Pero hoy, David López parece estar dispuesto a suceder a la muy controvertida Alejandra Sota, vocera de Felipe Calderón, para ser el vocero presidencial a partir del mes de Diciembre. Cuenta con el apoyo inconmensurable de Enrique Peña, con quien completó todo un sexenio marcado por el pago de facturas y los cambios recurrentes en el gabinete.
El principal riesgo que enfrenta el equipo de Enrique Peña es la división interna que traen consigo los mexiquenses pues se insiste en que existen profundas diferencias entre Luis Videgaray y Luis Miranda, lo que al interior del grupo alienta una relación compleja.
Las decisiones del proselitismo, el control de daños y un eventual manejo de crisis no pueden pasar por muchas manos, ni tampoco significar quien tiene mayor liderazgo o proximidad con el originario de Atlacomulco. Los expertos en materia electoral sugieren que se debiera privilegiar entre el círculo rojo de Enrique Peña mantener la ventaja de las encuestas y no administrar la inercia. El error de diciembre -marcado por la Feria del Libro- fue tan costoso que debió servirles como una gran lección, en lo político y en lo electoral.
Pero esos no son los únicos mexiquenses con responsabilidades en la campaña. Enrique Peña ya ha determinado con quienes trabajara muy de cerca de cara a la elección de julio próximo. En ese entramado están Ricardo Aguilar Castillo, César Camacho Quiroz, Alejandro Nieto Enríquez, Luis Felipe Puente, Gerardo Ruiz Esparza, Alfonso Navarrete Prida y Enrique Jacob Rocha. El grupo de Peña, es más robusto que compacto, porque lo que está en juego es el regreso del PRI a Los Pinos, y la ventaja en las encuestas no puede ser factor de confianza.
