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El Manual de Maquiavelo

Un perdedor exitoso

Francisco Ledesma

 

Las derrotas electorales que sufrieron en la víspera los precandidatos presidenciales de PAN, PRI y PRD parecen haberles beneficiado en su futuro político y de grupo. Ernesto Cordero, Manlio Fabio Beltrones y Marcelo Ebrard cayeron hacia arriba, y sin necesidad de afrontar el reto de las urnas los ex aspirantes presidenciales serán beneficiarios del sistema político a través del reparto de candidaturas plurinominales en sus respectivos partidos.

Tras haber sido vapuleado en la contienda interna panista, el delfín del calderonismo, Ernesto Cordero ha amarrado la primera posición de las senadurías plurinominales de Acción Nacional. El ex secretario de Hacienda tiene ya asegurada su curul en el recinto legislativo de Paseo de la Reforma, tal y como ocurrió con Santiago Creel Miranda, hace seis años, donde pese a ser el delfín del foxismo sucumbió frente a Felipe Calderón. Cordero, al igual que Creel, podría convertirse en el coordinador de los senadores panistas para el sexenio 2012 – 2018, sin importar el resultado electoral del 1 de julio.

En el mismo escenario panista, Alonso Lujambio -aquejado por un severo cáncer- actual secretario de Educación y ex aspirante presidencial, ha asegurado un lugar plurinominal en el listado blanquiazul. Lujambio, ex consejero electoral y ex presidente del IFAI, también librará las urnas para asegurar su primer puesto de elección popular.

Por si la lista quedará corta, se agrega en esa circunstancia la hermana del Presidente, Luisa María Calderón, quien en noviembre pasado perdió los comicios por la gubernatura de Michoacán. La Cocoa ya fue en 2000 senadora plurinominal, mismo año en que su hermano Felipe se convirtió por la misma vía en diputado federal, y coordinador de los legisladores, al inicio del primer sexenio panista tras la victoria de Vicente Fox.

En tanto, el priísta Manlio Fabio Beltrones declinó a tiempo su aspiración presidencial, para abrir paso al puntero de las encuestas Enrique Peña Nieto. El ex gobernador de Sonora, fue en 2003 y 2006, diputado federal y senador, ambas por la vía plurinominal. Para este 2012, Beltrones se convertirá en diputado federal plurinominal, con la promesa de ser en su momento, ungido como coordinador del Grupo Parlamentario del PRI en San Lázaro. En 2004, fungió como presidente de la Cámara de Diputados. Y en los últimos seis años ha sido el poderoso coordinador senatorial de los priístas.

No sólo eso. Beltrones habría negociado para su yerno, Pablo Escudero una senaduría por la vía plurinominal a través del PVEM. Escudero es actualmente diputado plurinominal por el Verde Ecologista, mientras que su esposa Sylvana Beltrones -hija de Manlio Fabio- se desempeña como secretaría general adjunta del CEN del PRI. Los beneficios para Beltrones y su grupo parecen inconmensurables tras su declinación presidencial.

En el caso de Ebrard, luego de haber perdido la encuesta interna perredista frente al tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, aunque rehúye al tema, se le menciona insistentemente como senador plurinominal. El grupo ebrardista también parece cobijado y con amplios dividendos favorables para su causa, pues como él dice, con su declinación «la izquierda ganó un candidato para el 2018». Y en los hechos y proyecciones electorales en el Distrito Federal -principal bastión perredista-, parece que Marcelo lleva mano.

Miguel Ángel Mancera, candidato perredista al Gobierno del Distrito Federal, pertenece al círculo cercano de Ebrard, quien tuvo en su decisión elegir a su sucesor a cambio de sumarse a la candidatura de López Obrador. En las resoluciones por venir, está cerca de conseguir para su verdadero delfín político, Mario Delgado, la candidatura al Senado por el Distrito Federal, donde parecería no enfrentar dificultades políticas para ganar los comicios según las intenciones del voto de la izquierda en la capital del país.

Así pues, en política se demuestra que a veces perdiendo se gana. Las componendas del poder político dan alto significado a los privilegios de acceder al poder por la libre. Los privilegios de siempre para los políticos de toda la vida. Los puestos dinásticos y los intereses de grupo que se imponen en la rebatinga de los cargos.  La simulación democrática que ha quedado incompleta frente a la incapacidad de sentirse representado por quienes arrebatan el poder público en medio de un juego maniqueo sin cortapisas.

 

La tenebra

Entre más se contribuya a mermar la credibilidad de las elecciones y se atente contra la incipiente democracia, podría decretar su muerte. Para entonces habremos abierto la puerta al autoritarismo y toda circunstancia o acción será irreversible, pero sigan dando a conocer encuestas inexistentes e inexplicables que sólo enrarecen el entorno.

 

 

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