Eruviel Ávila Villegas ha tomado el control absoluto de las riendas políticas del Estado de México. El presidium configurado el sábado anterior para la toma de protesta de la nueva dirigencia estatal priísta determina que en la entidad ya existe un nuevo liderazgo. En menos de un mes, Eruviel ha modificado las coordinaciones de los grupos parlamentarios local y federal; además de la presidencia del partido, los que se pueden convertir en los alfiles políticos de su mandato.
Raúl Domínguez Rex, José Manzur Quiroga y Alfonso Navarrete Prida, por circunstancias diversas han ascendido en la escala de la jerarquía política mexiquense. En contraste, muy notorias fueron las ausencias el sábado anterior, tanto de Emilio Chuayffet -ex coordinador de los diputados federales- como Luis Videgaray -ex dirigente estatal del PRI-.
Arturo Montiel Rojas volvió a robar reflectores. El ex gobernador está rejuvenecido en lo físico, y más vivo que nunca en su rol político. Todo el grupo cercano está en la primera fila del orden jerárquico de Eruviel Ávila. El sábado se llevó aplausos, vítores y porras. Su círculo cercano, en la fila de honor tal fue el caso de Manuel Cadena, Carlos Iriarte, y hasta el diputado del Verde Ecologista -que retornó a su militancia priísta- Miguel Sámano.
El escenario político se ha transformado de forma radical. Entre los ex precandidatos a la gubernatura, se observó a Ernesto Nemer -aún con amplia jerarquía como secretario general de gobierno-, a un disminuido Ricardo Aguilar Castillo -tomándose fotografías a la salida del evento-, un relegado Alfredo del Mazo Maza -en un lugar marginado-; y un ausente Luis Videgaray.
La influencia de los ex gobernadores en Eruviel Ávila marcan pauta. En la ceremonia priísta sabatina sólo se observó a Arturo Montiel -que vivió un exilio obligado durante el mandato de Peña Nieto- y a Alfredo Baranda. El ausentismo de Emilio Chuayffet -presidente de la Mesa Directiva en la Cámara de Diputados- y Alfredo del Mazo González da un claro mensaje de quién ganó y quién perdió con Eruviel como candidato. Y aunque Peña Nieto aun mantiene gran influencia en función de su proyecto presidencial, el desmarque cada vez es más notorio, y al parecer muy necesario.
Eruviel Ávila rompió una «sana distancia». Ese mensaje fue indudable. Durante el gobierno de Peña Nieto, la militancia sufrió de un abandono, y un grave desdén por parte del mandatario mexiquense. Eruviel ha retomado un vínculo indisoluble con su partido. El reto mayúsculo es obtener resultados favorables para las elecciones de 2012. Del éxito del priísmo el año entrante depende la gobernabilidad para Eruviel Ávila, donde su partido actualmente gobierna en 97 de 125 ayuntamientos y predomina en 39 de 45 distritos.
Ayer murió el periodista Miguel Ángel Granados Chapa a los 70 años de edad. La libertad de expresión en México está de luto. Una pérdida irreparable para el periodismo mexicano, quien fue maestro para muchos, y una lectura obligada e inconfundible para otros. Descanse en paz.