La guerra sucia se ha intensificado. Ayer circuló por twitter, esa famosa red social, una falsa cuenta atribuida al candidato panista Luis Felipe Bravo Mena, en la cual declinaba a favor del abanderado perredista Alejandro Encinas. Agradecía el esfuerzo de todo su equipo de campaña y hacía votos por respaldar el proselitismo del ex jefe de gobierno del Distrito Federal. La versión fue desmentida de inmediato por parte de la cuenta real de Bravo Mena.
Quienes son expertos en esta estrategia de guerra sucia son los priístas, pero ayer ellos mismos creyeron la versión. El manual del desprestigio indica que se debe buscar el anonimato y que se debe tener un impacto fuerte entre la opinión pública. Descarrilar a Bravo Mena desde ahora, pudiera no convenir a los intereses del priísmo, pues son ellos los más interesados en que la elección se divida en tres, y así la ventaja que pueda obtener Eruviel Ávila sea mayor.
Desde Los Pinos ayer se instruyó a fortalecer la campaña de Bravo Mena. Sin embargo, hay cosas que no se pueden ocultar. El vacío que ha hecho a la campaña el senador Ulises Ramírez es sólo una muestra de esa circunstancia. El músculo político de Ulises dentro del panismo mexiquense no es cosa menor, y es innegable que no han operado lo necesario a favor de la campaña panista. La unidad es de dientes para afuera, pero en los hechos hay una fractura que parece irreversible.
No se puede perder de vista que la estrategia panista puede robustecerse a partir de desacreditar al opositor. La guerra sucia de la que el panismo también se especializa, buscará infringir un daño mayor a Eruviel Ávila. Se rumora de forma insistente, que los expedientes negros ya se archivan poco a poco, y que hay mucha tela de dónde cortar. Podría ser el próximo 8 de junio, cuando se dé el primer debate, cuando se suelten los dardos para tratar de cazar al originario de Ecatepec.
En Televisa, el anuncio hecho por Gustavo Madero fue nota de todos sus espacios noticiosos. Por el contrario, hace algunos días que Eruviel Ávila ha desaparecido de la pantalla. No merece un espacio o una mención en todos los informativos. Y es que las lealtades que le debe Televisa al gobierno de Calderón son más grandes que los contratos millonarios que le ha prodigado el Gobierno del Estado de México. La televisora puede ser clave, en cualquier estrategia de guerra negra, y en cualquier herramienta por arrinconar a Eruviel Ávila.
El periodista Ciro Gómez Leyva, parece fungir como vocero adjunto de la campaña de Eruviel. El directivo de Milenio Diario, describe noche a noche, un cúmulo de virtudes del priísta. Y se empeña en desacreditar a los adversarios Encinas y Bravo Mena. Ciro, no niega la cruz de su parroquia, ni su origen, y mucho menos su cercanía con el Chilorio Power. En la década de los ochenta, trabajó al lado de David López, desde la trinchera de Televisión Mexiquense. Y hoy parece seguir como un leal peón de ese equipo desde Milenio Televisión.
Encinas ha arrancado una nueva etapa de su campaña. Hay nuevos espectaculares que lo muestran con un rostro más amable, más grande en el espacio, y que fortalece su lema de campaña: “Puede más”. También en televisión relanzó nuevo spot, que denuncia la corrupción existente en el Estado de México. Parece que la primera etapa de su campaña no tuvo el efecto esperado, y pese al crecimiento que ha tenido en algunas encuestas, aún no le alcanza para volverse en un candidato competitivo.
