Un proceso desigual Israel Dávila
Aun no inician las campañas proselitistas y ya se avizoran signos de inequidad en el proceso electoral de gobernador en el estado de México, que anticipan que será una contienda desigual entre sus contendientes.
Los candidatos de oposición Alejandro Encinas y Luis Felipe Bravo Mena lo han externado desde el mismo día en que, por separado solicitaron su solicitud de inscripción en la contienda.
Saben que, de inicio, existen cuestiones legales que de alguna u otra manera dan ventaja al candidato de oficial Eruviel Ávila Villegas y así han aceptado competir, pero ambos han demandado que esta desigualdad no se profundice a través de prácticas ilícitas, que también ya suceden para beneficiar al abanderado de la coalición Unidos Por Ti, que integran el PRI, Partido Verde y Nueva Alianza.
Iniciemos por lo evidente en lo legal. Por lo que se refiere al financiamiento público que tendrán cada uno de los candidatos para la obtención del voto para esta elección, el PRI el Partido Verde y Nueva Alianza tendrán una bolsa de 197 millones de pesos, el PRD-PT y Convergencia 134 millones y medio de pesos y el PAN sólo 97 millones de pesos.
De acuerdo con la ley, los partidos y candidatos tienen la posibilidad de allegarse de más recursos a través del financiamiento privado, pero por ningún motivo el gasto podrá exceder los 204 millones que fijó el IEEM como topes de campaña.
En ese entendido, el dirigente del PRI, Luis Videgaray ha manifestado públicamente que la coalición que postula a Eruviel Ávila gastará (oficialmente) un peso menos de lo que se ha fijado como tope de campaña. Sus contrapartes del PRD y PAN han señalado que no tienen posibilidades de acercarse, siquiera al tope de gastos. Luis Sánchez del PRD reveló que en la campaña de Encinas a lo mucho se gastarán (oficialmente) 150 millones de pesos, mientras que Germán Olivares del PAN ha repetido que para la campaña de Luis Felipe Bravo, si acaso, podrán erogar (oficialmente) poco más de cien millones de pesos.
Respecto al acceso a radio y televisión, la distribución de espacios, también se ajusta, como ocurre en el financiamiento público a partidos, a los resultados obtenidos en la última elección, de tal forma que el PRI vuelve a ser beneficiado porque fue el partido mejor posicionado en los comicios del 2009.
Las pautas que ha aprobado el IEEM y el IFE para la asignación de espacios a candidatos indica que Eruviel Avila podrá tener en cada estación de radio y televisión con cobertura en la entidad 730 espots propagandísticos en los 45 días que dura la campaña electoral; Alejandro Encinas accederá a 574 promocionales por cada estación de radio y televisión y Luis Felipe Bravo sólo a 339 espots.
Tanto el financiamiento como el acceso a radio y televisión son síntomas claros de desigualdad, pero que se apegan a lo legal.
Pero lo preocupante viene en lo ilegal y es ahí donde la desigualdad se convierte en inequidad. Hay evidencias en todo el estado de que las bodegas del gobierno del estado de México, de los ayuntamientos y de los propios diputados locales están llenas de despensas y de diversos apoyos como materiales de construcción.
El acopio de todo esto no tendría sentido si es que no se fuera a repartir en las próximas semanas. Es práctica cotidiana en elecciones que los gobiernos aumenten su operación política a través de la entrega de apoyos en los días previos a la elección, como mecanismo para influir en las urnas.
Ahora que el Congreso del estado ha decretado que varios programas sociales sigan operando aún en campaña, abrieron la puerta para que el gobierno mexiquense pueda distribuir sólo en época de campañas (mayo y junio) una cantidad cercana a las dos millones de despensas. Habrá alguien que piense que esto no influye en los electores que las reciben, más aun cuando los beneficiarios son personas de escasísimos recursos.
En la entidad también hay signos de una operación orquestada a través del magisterio para apoyar al candidato oficial. Sumados a los cientos o quizás miles de maestros que se encuentran “comisionados” –es decir profesores dedicados a la operación política en lugar estar a cargo de un salón de clases- cada día se hace más frecuente la ausencias de los mentores en las escuelas públicas. Basta consultar a los alumnos de primeria y secundaria sobre cuántas veces se ha ausentado los maestros o maestras en horarios de clase.
Bajo estas condiciones arrancarán las campañas el próximo lunes. Serán 45 días en los que la oposición buscará sobreponerse para al menos buscar ser competitivos frente al candidato oficial que la tiene todas consigo.