El encono entre Manlio Fabio Beltrones y Enrique Peña Nieto se ha agudizado. Las diferencias legislativas manifiestas en la última semana dejan entrever la gravedad de un conflicto electoral. Ninguno está dispuesto a ceder de sus ambiciones políticas, y están encaminados a pelear codo con codo la candidatura presidencial de 2012. Mientras más cerca esté el tiempo de las definiciones, las posiciones entre los actores políticos se polarizarán irreconciliablemente.
La reforma política quedó paralizada en la Cámara de Diputados. En tanto que la Ley de Seguridad Nacional no encontró los consensos suficientes en el Grupo Parlamentario del PRI. Beatriz Paredes y Gerardo Sánchez –éste último líder de la CNC y afín a Beltrones- fueron los principales diques para que la Ley de Seguridad Nacional no pasara al pleno. No obstante, los mexiquenses cobraron factura al congelar la aprobación de la tan cacareada reforma política avalada por el Senado.
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Enrique Peña Nieto anunció por la mañana de ayer que iba a El Vaticano a la ceremonia de beatificación de Juan Pablo II. Pero extrañamente, horas más tarde oficializó la cancelación de su salida del país. El egresado de la Universidad Panamericana –identificada plenamente con el Opus Dei- decidió quedarse en el Estado de México, y evitar la visita a Benedicto XVI, con quien se reunió en diciembre de 2009, fecha en que le confesó su enlace matrimonial con la actriz Angélica Rivera. Los afectos religiosos del mandatario mexiquense deberán esperar mejor tiempo.
La tradición de gobernadores mexiquenses en actos eclesiásticos la impuso Arturo Montiel. En pleno conflicto por el Aeropuerto en Texcoco, y confrontado por la represión de ejidatarios de Atenco, aún se recuerda a Montiel presumiéndole al futuro beato Juan Pablo II el origen de Juan Diego, de quien se dice era oriundo de Cuautitlán Izcalli. Sin recato alguno Montiel rindió culto religioso al jerarca católico por encima de una relación como Jefe de Estado.
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Azucena Olivares ha forjado alianza política con el legislador federal David Sánchez; en su conocido y conflicto político con Enrique Jacob quien tiene de su lado a Rodrigo Reyna y Cristina Ruiz, ambos legisladores naucalpenses. El pleito es real, por intereses confrontados en el municipio, donde los negocios, las componendas y las bases territoriales no tienen punto de encuentro entre dichos grupos de poder. Esto es el inicio de una lucha encarnizada para los comicios locales de 2012.
Quien lleva mano en ese añejo pleito de vecindad es Azucena Olivares, por su cercanía con el virtual candidato a Gobernador Eruviel Ávila. La rumorología precisa que Enrique Jacob se encuentra huérfano políticamente. Por un lado, se la jugó con Alfredo del Mazo Maza, quien quedó en la orilla de la sucesión de Peña Nieto. Y por otra parte, le apostó a Ernesto Nemer, su jefe político en la legislatura mexiquense. Jacob se ha quedado como el perro de las dos tortas.
