Por: Juan Carlos Cartagena Abaurre
Un nuevo torneo comienza. Después de casi 15 años sin título, la afición de los Diablos reclama una estrella más y la directiva ha traído a un entrenador comprobado, de jerarquía y con buenos números en la liguilla. El fútbol vuelve a reciclar un torneo y en la afición de Toluca la urgencia por una copa crece cada vez más. Mohamed trae nuevamente ilusión a una Iglesia que tiene miles de creyentes, pero también mucha necesidad de ver para creer.
El rival
Tijuana no mueve mucho de su anterior plantilla, porque realmente tuvo buenos números, sobre todo de local. En su perrera los Xolos sólo cayeron contra Tigres, empataron con América y Monterrey, y el resto fueron triunfos, incluidos los dos últimos partidos del año pasado, venciendo a Cruz Azul y Atlas por contundente tres a cero. Su director técnico, Juan Carlos Osorio, es un estudioso del fútbol, muy criticado por algunos por su paso en Selección, pero también un tipo respetado por la calidad de sus estrategias.
Toluca y su primer 11
Para su primer 11 Mohamed tuvo que suprimir de la plantilla a tres elementos: Fede Pereira, “Pollo” Briseño y Héctor Herrera, todo ellos por suspensión.
Todo apunta a que los Diablos arrancarían con un 11 muy parecido al que enfrentó a Mazatlán la semana pasada en su último ejercicio de pretemporada. El titular probable sería con Volpi, García, Méndez, Luán, Gallardo, Arteaga, Marcel, Angulo, Vega, Juan Pablo y Paulinho.
La clave
Veo un partido de mucha estrategia. A Mohamed no le espanta jugar en piso sintético, pero sí sabe que no puede ir al ataque sin cuidar la retaguardia porque se corre el riesgo de que al Diablo le suceda lo que a Cruz Azul en el partido de liguilla. El ataque vertical de Xolos está comprobado, y a Toluca le duele la velocidad.
La pregunta
¿Qué sería un buen partido de debut para Mohamed? ¿Cuál es el parámetro de este nuevo proceso?
Ojo ahí
Mohamed, según nos compartió Bri Fernández, le ha dado el voto de confianza al “Pantera” Morales y el paraguayo se queda en el equipo. Caso distinto a Baeza; el chileno saldría de la institución. Debemos recordar que todo jugador podría jugar hasta dos partidos, sin necesidad de tener que quedarse en la plantilla.
Conclusión
Hay poco que decir y mucho que ver. Los Diablos no hicieron un mal año en torneo regular, su asignatura pendiente fue en la liguilla y ahora el proceso parece largo. La afición sabe que de poco les ha servido ser buenos locales, goleadores y protagonistas; aún con ello es el medio para poder llegar a la liguilla fuerte y con más chances.
La era Mohamed representa ciertamente un nuevo desafío, una nueva ilusión, pero también debemos mencionar que los inicios de torneo han dejado de ser ilusión para convertirse en un acto de fe para los aficionados. Aquí va de nuevo… que el balón ruede a favor.
Gracias por leerme y jugar conmigo.
