Toluca, Edomex; 12 de diciembre de 2024.- Nota mental para los últimos tres gobiernos municipales de Huixquilucan.

1. Pagar a encuestadoras -las mismas que daban como ganadora a Xóchitl Gálvez- para que los posicionen como alcaldes bien calificados no los exime de haber otorgado contratos por más de 82 millones de pesos a empresas fachada a nueve compañías ligadas a una red de factureras identificadas por el SAT.

2. Acusar a un tema político cada que el “matrimonio panista” -como lo bautiza Mexicanos contra la corrupción- es exhibido por irregularidades e inconsistencias en el ejercicio del gobierno, resulta absurdo; más aún cuando no hay por delante campañas electorales; y cuando el mismo liderazgo que se victimiza ha sumido al panismo del Estado de México en la cuarta fuerza electoral -y en su peor crisis de aceptación política de la historia reciente-, por detrás de Morena, PRI y PVEM.

3. Una acotación mayúscula: los medios de comunicación y plataformas digitales de las que se advierte una campaña en su contra -los Vargas Contreras-, están identificados con una ideología de derecha, particularmente el periódico Reforma y la organización Mexicanos contra la corrupción, como para escudarse en que todo se reduce a una persecución política, un argumento que resulta inverosímil.

4. El senador de primera minoría y la alcaldesa reelecta no han desmentido que se hayan otorgado licitaciones o adjudicaciones a empresas fantasma. Las investigaciones han sido sólidas, con mayor rigor y metodología que sus buenas calificaciones y las cartas de buena conducta que les otorgan sus encuestadoras.

5. Ganar premios en materia de transparencia no es un certificado de honestidad. Cumplir con los indicadores relacionados con la apertura de la información pública tampoco es sinónimo de ser impoluto. Usar la sala de prensa del Senado de la República para culpar al mensajero, es caer en ese diálogo circulante que tanto se cuestiona y se critica de las conferencias mañaneras.

6. El ejercicio de la libertad de expresión tiene como propósito descubrir lo que el poder trata de encubrir. La información que se vuelve pública no tiene intencionalidades oscuras. El OSFEM y el SAT deberían ir más a fondo contra las empresas fantasma, las redes de factureras y los gobiernos que se dedican a hacer negocios privados y opacos de forma complaciente. No toda la prensa está sujeta a llamados de la clase gobernante para censurar información periodística.

7. Ya se aprobó el primer Presupuesto de Egresos de la Federación del sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum; y desde el Senado de la República no se pudo -ni se podrá- recuperar el Seguro Popular como se prometió en la campaña electoral, con el propósito populista de ganar votos, a sabiendas de su incumplimiento constante y permanente. Primera llamada, de seis años por delante.