Toluca, Edomex; 10 de diciembre de 2024.- Vaya recibimiento para Cristina Ruiz como dirigente estatal priísta. El partido se desmorona en diversas regiones del Estado. Ahí está el caso de Zinacantepec, que de a poco, en los últimos años, se ha quedado sin sus liderazgos de mayor ascendencia política y hoy han migrado a las filas de Morena y el PVEM. En esa ecuación se enumera a Manuel Castrejón, que se vistió de guinda hace algunos años cuando se le cerraron las puertas del priísmo.

De forma reciente, la exdiputada local Aidé Flores decidió acompañar a Alejandra del Moral en el gabinete federal. Mientras la estructura política del verde ecologista se ha fortalecido a base de expriístas, como Leonardo Bravo Villanueva -hijo del exalcalde, y ya ha sido regidor por el PVEM-; lo mismo que Julián y Azucena Huerta -ella hoy diputada federal-; y para rematar la escena ayer se sumó Manuel Vilchis -alcalde en funciones y electo-.

Qué difícil debe ser llamarse José Couttolenc, para recibir entre sus filas todo lo que en años o meses anteriores dijo combatir desde todas las contiendas electorales que ha enfrentado. Pero todo sea por construir un partido de perfiles defenestrados, antes que tomar la decisión de formar sus propios cuadros políticos. Y así, el PVEM asumirse como una fuerza electoral en la entidad.

En la franquicia priísta sólo se ha quedado Olga Esquivel, a quien repetidamente se le ha negado la candidatura a la presidencia municipal. Hija de la exalcaldesa Olga Hernández; y quien fue diputada federal hace algunos ayeres, sin grandes luces en su paso por San Lázaro. Ahora le queda una durísima tarea para reconstruir al partido, más aún con la renuncia de Ana Lilia Herrera.

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Entre morenistas se llevan pesado. Como tribus partidistas irreconciliables, la noche de este lunes, el alcalde de Tonanitla Mauro Martínez, y la senadora y alcaldesa con licencia de Tecámac, Mariela Gutiérrez, protagonizaron un auténtico pleito de vecindad. En un poblado que se encuentra en pugna por límites territoriales, elementos de seguridad de ambos municipios se enfrentaron, con la presencia y complacencia de los políticos morenistas. Hubo golpes, insultos y hasta detonaciones de arma de fuego. La razón fue que policías de Tonanitla auxiliaban a un automovilista en el lugar, lo que causó el enojo de la senadora, y llamó a elementos de Tecámac; y se armó el zafarrancho. Con esos amigos, los morenistas no necesitan enemigos.

Más allá de la disputa territorial, que deberá ser resuelta por los procesos legales, alguien debería llamar a la mesura ya sea desde el gobierno o desde el partido. Y los morenistas, algún día entender que no es lo mismo ser oposición que ejercer el poder público. Y pensar que ella es la senadora por el Estado de México, y que hace algunos días acarició la idea de dirigir a Morena en la entidad.

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A nivel municipal, se vienen realizando las tomas de protesta de los alcaldes electos. El próximo lunes, Ricardo Moreno protestará al cargo de presidente municipal en Toluca, que ha tenido tantos malos experimentos en la alcaldía pasando por Fernando Zamora, Raymundo Martínez y rematado con Juan Maccise. El reto de Ricardo Moreno, parece sencillo, para hacer un mejor papel que sus antecesores; aunque el verdadero desafío es que la capital del estado realmente lo parezca, en materia de servicios públicos, infraestructura e imagen urbana, y deje de ser una ciudad en abandono de sus propias autoridades.