Toluca, Edomex; 26 de septiembre de 2024.- En cada informe regional que ha programado la mandataria estatal Delfina Gómez con motivo de su primer año de gobierno, más allá del recuento de logros que hará en cada zona del estado, es un buen momento para evaluar la capacidad de movilización social. Es un ejercicio que permite poner a prueba el músculo político de los alcaldes -tanto en funciones como electos-; así como de los secretarios ya encargados de la operación política mediante la regionalización. El sistema de incentivos y estímulos clientelares ha quedado de manifiesto en los primeros doce meses del sexenio. La zona oriente sigue siendo su mayor fortaleza.

Los posibles ajustes al gabinete de Delfina Gómez deberían ejecutarse una vez que haya concluido la glosa de su informe, con la respectiva comparecencia de las y los secretarios del gobierno estatal. Lo interesante no es meramente quiénes pueden salir, sino quiénes tendrían los perfiles para incorporarse y los grupos políticos que internamente se fortalecerían. Hay otro aspecto que no se puede dejar al azar, en cada movimiento proyectado por la gobernadora debe cuidar que se mantenga su gabinete paritario. Definir quién se va no debe ser tan complejo, lo realmente difícil es la decisión de quién se incorpora.

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Este jueves, en la sesión del Congreso local se tiene previsto aprobar la reforma constitucional que incorpora la Guardia Nacional a la Sedena. Al igual que la reforma al Poder Judicial, la iniciativa transitará sin mayores sobresaltos. Las minorías legislativas del bloque opositor votarán en contra. Interesante será conocer el sentido del voto de Paola Jiménez -ahora diputada sin partido- y las razones de su decisión. Si lo hace a favor, habrá dado un paso más a la izquierda, y dentro de muy poco -no será extraño- que pudiera sumarse de manera formal a cualquiera de los partidos del oficialismo. El morbo será ese en el pleno.

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A propósito de las reformas legales que están por venir, y a escasos meses de que concluyan las administraciones municipales, sería deseable conocer el alcance del ahorro presupuestal de los ayuntamientos actuales derivado de la reducción de síndicos y regidores aprobada hace cuatro años, y que fue instrumentada por los presidentes municipales en funciones. Se dijo, en su momento, que habría una reducción al dispendio de los cabildos, pero por el deterioro de las calles del estado, da la impresión que la situación financiera local es tan crítica que no hay recursos ni para la pavimentación de vialidades.

De poco sirve prometer austeridad, si no hay transparencia sobre los ahorros que supuestamente se generan, y en qué se aplican esos recursos financieros. Vendrán propuestas para desaparecer órganos autónomos, para tener más ahorros, que difícilmente sabremos a dónde se aplican esos presupuestos.