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OFF THE RECORD 15-08-2024

Toluca, Edomex, 15 de agosto de 2024.- El sindicato de burócratas del Estado de México no encontró mejor manera ni mejor momento para atraer la atención de la opinión pública que hacerlo con una disputa familiar que acabó en balazos. Se trata de una organización gremial identificada con las peores prácticas de corporativismo, con liderazgos políticos afines al régimen priísta, a través del manejo discrecional de recursos públicos. La coyuntura es ideal para que el gobierno morenista ejerza el poder, no sólo en la repercusión política y hasta penal de los involucrados, sino para construir un sindicato de mejores prácticas.

 

Los Parra -liderados por David Parra, exdirigente del Suteym en el sexenio montielista- han asumido que el Sindicato les pertenece como si fuese una empresa privada, y una vacante de empleos para su propia familia. Desde un control político que ejerció durante varias administraciones priístas, el exdirigente sindical asumió una ascendencia partidista que le permitió la postulación a cargos de elección popular, aunque perdió en repetidas ocasiones. Hace cuatro años, pretendieron que Tomás Palomares Parra -sobrino del exlíder sindical- fuera ungido secretario general del Suteym. Sin embargo, las élites políticas delmacistas lo vetaron, y prefirieron la reelección de Herminio Cahue.

 

Ayer, una reyerta entre los hermanos Tomás y René dejó un saldo de un fallecido y otro herido, como si fuese una disputa de las mafias del crimen organizado por detentar un poder sindical que les ha llevado al colapso. El liderazgo sindical de Herminio Cahue también está herido porque la balacera ocurrió al interior de la sede gremial. Y las autoridades encargadas de investigar delitos ya empezaron mal -para no variar- porque mal informaron que el ataque había sido afuera. Los vacíos de información, la especulación y la rumorología apuntan a que hubo más heridos. Hoy el liderazgo de David Parra que ejercía una ascendencia hacia los sobrinos ha preferido el silencio y la omisión en la cima del conflicto familiar.

 

Apenas en los pasados comicios locales, el todavía diputado local David Parra fue desplazado de la reelección, pese a las componendas políticas con Alito Moreno. Cristina Ruiz le cerró el paso en su natal Naucalpan. Y aunque hicieron todo lo posible para que se perdiera el distrito 32, sorpresivamente fue el único que ganó el priísmo en las urnas. En medio del escándalo, el PRI también requeriría de un deslinde político de un charrismo sindical que se resiste a morir. Y lo mismo debería ocurrir desde el Ayuntamiento de Naucalpan -encabezado por la panista Angélica Moya- que ha empoderado a los Parra en el último trienio.

 

Dentro del escándalo sindical, quienes deben aprovechar la coyuntura política son Delfina Gómez e Isaac Montoya. La gobernadora podría sacudirse a los Parra del sindicato de burócratas -donde varias corrientes internas advierten lo pernicioso de su poder transexenal-; y el alcalde electo de Naucalpan para sanear el costo político y financiero del sindicato de burócratas hacia el gobierno municipal que encabezará a partir del mes de enero. El momento es ahora.

 

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