Toluca, Edomex, 5 de agosto de 2024.- Eruviel Ávila busca incidir en la vida interna del Partido Verde, pero del Estado de México. Asume, el exgobernador de origen priísta, que sus posibilidades de ascendencia política a nivel nacional son prácticamente nulas. En el círculo cercano a la virtual presidenta, Claudia Sheinbaum no ha logrado vincularse como eran sus aspiraciones profesionales. En la víspera, quedó desplazado de la coordinación parlamentaria del PVEM en San Lázaro. Y tampoco se le avizoran grandes posibilidades de hacerse de una comisión legislativa de trascendencia. Su grupo político sigue mermado.

Su propósito se concentra en arrebatar el poder político del PVEM, hoy encabezado por José Couttolenc, quien está por asumir la coordinación parlamentaria en la próxima Legislatura local. A partir de enero, el dirigente ecologista también tendrá amplio control sobre los alcaldes verdes. Y en esa ecuación, el eruvielismo apuesta a sostener posiciones dentro de la dirigencia a su favor. Para eso apuesta a otros liderazgos priístas que pudieran incidir en la toma de decisiones nacional, para cederle la dirigencia ecologista a su círculo cercano. Una pugna interna que hoy se disfraza de buena convivencia política.

Además, Eruviel Ávila presume -y es cierto- de una sana cercanía con la clase gobernante mexiquense que encabeza Delfina Gómez. Desde los tiempos en que amenazaba con irse del PRI y convertirse en candidato opositor, Ávila ha tenido una relación política positiva con el Grupo Texcoco. El exmandatario y diputado electo apuesta a que impulsado por el grupo en el poder, sus colaboradores estén de regreso en el gobierno o en el PVEM. Incluso, con la reelección de Alejandro Moreno en la dirigencia del PRI; más priístas podrían dar el salto a las filas ecologistas, si Eruviel garantiza mejores prebendas políticas de este lado.

Lo que es innegable es que el mito político de que Eruviel Ávila es un buen operador electoral se ha desdibujado. La postulación de personajes como Indalecio Ríos y Héctor Pedroza en las pasadas elecciones fueron un rotundo fracaso. No les alcanzó siquiera el despilfarro de recursos públicos. La defenestración del eruvielismo en Ecatepec es profunda, derivado de sus malos resultados como gobernante. Otros personajes como Erasto Martínez y César Gómez Monge tienen una mala fama pública entre los mexiquenses. Quien apueste a su reposicionamiento, arriesgaría demasiado su capital político.

José Couttolenc no cederá tan fácilmente sus privilegios en el espectro ecologista, más aún cuando el año entrante incrementará sustancialmente los recursos financieros destinados a su causa partidista. Lo que ha trabajado en crecimiento electoral durante los últimos seis años, no será una charola abierta a Eruviel Ávila. Falta por ver si sus buenos tratos con Manuel Velasco y Luis Miranda, le son suficientes al exgobernador para hacerse del control ecologista que tanto desea.