Redacción
Con un discurso titubeante, por su dificultad por leer el telepronter, el gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto confirmó que lo suyo es la pantalla. Durante su mensaje político, con motivo de su sexto y último informe de gobierno, el mandatario mexiquense utilizó videos que explicaban el desarrollo de la seguridad integral -pública, social y económica- que prometió al inicio de su gestión, lo que interrumpió permanentemente su intervención discursiva. El gobernante permanecía impávido durante la proyección de escenas.
Contrario a su costumbre de promocionar su imagen a través de la prolífica difusión de spots, Peña Nieto explotó la pantalla, videos de las obras que presumía y una voz en off que lo explicaba todo. El mandatario, cuidando su imagen, con su característico peinado que lo ha hecho el gobernante más popular. La voz impuesta, el aplausómetro que se apoderó del Teatro Morelos, convertido en un búnker por la capacidad de convocatoria de Peña Nieto que para este día, en la víspera de su anuncio presidencial debía mostrar el músculo, y lo logró.
Desde muy temprano llegaron los invitados especiales. Los gobernadores priístas Ivonne Ortega(Yucatán); Roberto Borge (Quintana Roo); Jorge Herrera (Durango); Fernando Toranzo (San Luis Potosí); José Calzada (Querétaro); Ángel Aguirre (Guerrero); Francisco Olvera (Hidalgo) y Ney González (Sinaloa), entre otros. Además de los mandatarios electos Eruviel Ávila (Edomex); Rubén Moreira (Coahuila) y Roberto Sandoval (Sinaloa).
Los liderazgos nacionales del priísmo: Humberto Moreira -dirigente nacional del PRI-; Manlio Fabio Beltrones -líder senatorial priísta-; Francisco Rojas -coordinador de los diputados federales- y Emilio Chuayffet -presidente de la Legislatura Federal-. También asistieron Elba Esther Gordillo -líder vitalicia del SNTE-; Jorge Emilio González -dirigente nacional del PVEM-; el ex senador Diego Fernández de Ceballos y el ex dirigente estatal priísta Isidro Pastor Medrano.
En su interlocución, Enrique Peña enumeró un sinfín de logros, cuyos proyectos iniciaron algunos desde el gobierno de su antecesor Arturo Montiel Rojas, uno de los grandes ausentes junto con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, distanciado del mandatario mexiquense a últimas fechas. Presumió incluso aquellas obras que no fueron construidas por el gobierno estatal, para lo cual destacó se encontraron fórmulas como los «Proyectos de Prestación de Servicios y las concesiones», acotó.
En su mensaje político, resaltó el supuesto avance democrático del Estado de México, donde puso de manifiesto el triunfo de Eruviel Ávila, pese a las prácticas clientelares que prevalecen en el sistema electoral de la entidad; y la poca participación ciudadana en los comicios.
Volvió a la carga con la instauración del Estado Eficaz, al señalar que México tiene rumbo el cual está plasmado en la Constitución, y aducir que lo que hace falta es un liderazgo. «La mejor oferta política no es la que condena el pasado, sino la que ve hacia adelante», expresó como un vaticinio de lo que será la contienda electoral de 2012.
Enumeró un decálogo de buenas intenciones, que dan un panorama de lo que sería su plataforma electoral: Apoyo al campo, garantizar la seguridad pública, una reforma educativa, seguridad social universal, soberanía alimentaria y crecimiento económico, que resultan los qués de este pas, pero sin abundar en los cómos.
Aunque como lo ha insistido desde hace cuatro años, el anuncio de su aspiración presidencial vendrá después del 16 de septiembre, para entonces el Estado de México ya tendrá un nuevo gobernador, y un nuevo proyecto presidencial que impulse el Grupo Atlacomulco en la figura de Enrique Peña Nieto.