Toluca, Edomex; 27 de junio de 2024.- La dirigencia del PAN en el Estado de México encabezada por Anuar Azar ha anunciado que la renovación del Comité Estatal se realizará en agosto próximo; en la que se ha resuelto su reelección muy a pesar de los malos resultados electorales del pasado 2 de junio. Sin mayores resistencias y ante una escasa autocrítica, el dirigente blanquiazul estará en condiciones de permanecer al frente de la burocracia partidista a favor del grupo político panista que mantiene el control desde hace seis años en este instituto político. El PAN estará reducido en su presencia territorial, tanto en los municipios que gobernará como en su grado de incidencia en el espectro legislativo. Con ese balance, Azar repetirá en el encargo como dirigente de la derecha.

En su evaluación como dirigente estatal, Azar puede resumir que renunció a la posibilidad de postular una candidatura propia a la gubernatura estatal, para adherirse a su antagonismo por antonomasia a favor de Alejandra del Moral. Mientras que en la más reciente elección, tienen como gran presunción haber obtenido una senaduría por primera minoría gracias a los votos priístas. En el equilibrio legislativo, el PAN estará reducido como cuarta fuerza política, con pocas condiciones de negociación política. Su mayor mérito es la obtención de casi 80 mil votos en su mayor bastión electoral. Su nivel de competencia en solitario será un enorme desafío hacia el 2027.

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A pesar de las críticas hacia José Couttolenc como dirigente del PVEM en el Estado de México, por haber reclutado a diversos cuadros priístas y panistas en sus cuadros electorales, su pragmatismo ha resultado favorable para su causa. El PVEM estará encaminado como la segunda fuerza legislativa y un amplio margen de maniobra en las negociaciones políticas hacia el futuro. Su mayor objetivo, por ahora, será la de cerrar el paso al grupo advenedizo de Eruviel Ávila, y hacer valer su ascendencia política sobre la mayoría de alcaldes y diputados electos. 

Otro factor a considerar, en la inmediatez, es que a partir de su alianza electoral con Morena y PT, no sólo tendrá condiciones de construir su propia agenda legislativa; sino que, además estará en condiciones de que sus iniciativas ahora sí sean aprobadas por esa mayoría parlamentaria. En esencia, podría dejar de tener un papel testimonial; y que su oferta electoral sea aprobada durante la próximo Legislatura estatal que entrará en funciones a partir del mes de septiembre. Sus bonos personales crecerán, a la par de su grupo político y su interlocución con el Poder Ejecutivo.

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Para Delfina Gómez se advierte una nueva realidad política a partir del 5 de septiembre. Un mes después, Claudia Sheinbaum ya habrá asumido el cargo de presidenta de México; y en paralelo, Clara Brugada se habrá convertido en jefa de gobierno de la Ciudad de México. Eso implicará un escenario favorable para la agenda metropolitana, por las prioridades gubernamentales de esos tres ámbitos de gobierno. Las altas expectativas generadas en todo cambio de gobierno, deberán responder a la región más poblada del país, en donde también incide la toma de decisiones para una zona que concentra 20 millones de votantes que se pueden volver un bono político hacia el futuro.

Un aspecto adicional transita en el origen geográfico de Delfina Gómez y Clara Brugada. La mexiquense ha mostrado de manera reiterada sus afectos a su natal Texcoco; mientras la capitalina fue gobernante en dos ocasiones en Iztapalapa, lo que podría ser una señal favorable para la zona oriente del Estado de México y sus límites con la capital del país; por encima del desarrollo urbano y de infraestructura del poniente del Valle de México.