OFF THE RECORD 04-04-2024
Toluca, Edomex; 4 de abril de
2024.- Xóchitl Gálvez ha sido abandonada a su suerte por la causa panista del
Estado de México. En el que parecía el evento de campaña de mayor jerarquía
política para la candidata opositora, las élites del panismo local se
ausentaron y evitaron entremezclarse entre la defenestración que arrastra a sus
aliados priístas. Entre la multitud que se dio cita en la plaza principal de
Tlalnepantla, abundaron las banderas tricolores y las camisas rojas. Mientras
el azul se difuminaba como ha ocurrido en las urnas sistemáticamente en las más
recientes elecciones. Del PRD, sólo queda un buen recuerdo.
El PRI cumplió con las
expectativas de movilización electoral. Previo al mitin político, Gálvez
recibió el arropo de la clase priísta atlacomulquense. Estuvieron presentes
dirigentes nacionales y estatales. En privado, la candidata presidencial se
reunió con los exgobernadores, alcaldes y diputados federales y locales en
funciones -excepto Carlos Iriarte-; y un puñado de candidatos que dejaron de
hacer campaña para hacerse sentir parte del proselitismo de Gálvez. A la vieja
usanza, la militancia tricolor demostró que sabe y entiende de hacer campañas y
convocar a sus clientelas políticas. Todos aquellos que aspiran a la reelección
inundaron sus redes sociales con fotografías acompañados de la abanderada
opositora, o bien con Alito y Cristina Ruiz. Mostraron su disciplina
partidista.
Por lo que hace a las élites
del PAN, todo apunta que en su agenda personal y política tuvieron cosas más
importantes que hacer que acompañar a su candidata presidencial, aquella de
quien presumen tiene militancia panista. Quizá tengan tiempo de hacer campaña a
su lado después del 2 de junio, o cuando el recorrido no sea tan largo, allá
por los rumbos de Huixquilucan. Tampoco alcaldes o diputados estuvieron en el mitin
presidencial. En sus redes sociales no hay evidencia de la presencia de Gálvez
en tierras mexiquenses. Apenas Ingrid Schemelensky apareció entre las fotos
difundidas por priístas. De hacer campaña, les queda mucho por aprender a las
estructuras de la derecha.
Del PRD no hubo evidencia en
el proselitismo de Gálvez. Lo más cercano a la presencia perredista fue el
color amarillo en los pantalones del exgobernador César Camacho. Nula presencia
de su militancia o simpatizantes si es que todavía existen en su espectro electoral.
Los dirigentes, alcaldes y diputados también optaron por ausentarse de las
actividades de campaña de Xóchitl Gálvez, de quien no deberían olvidar que es su
candidata presidencial. Ni siquiera la mínima mención de su presencia en el
estado en sus redes sociales.
En resumen: el priísmo ha
perdido el poder, pero no cambia las formas políticas. Los tiempos de la
cargada electoral siguen tan vigentes como cuando gobernaron Montiel y Camacho.
Asumen que de esa forma, al menos, podrán conservar parcelas del poder público
que hoy dominan en el ámbito de las presidencias municipales y diputaciones
locales. En el panismo, la arrogancia les hace suponer que son tan conocidos y
queridos que no necesitan del empuje de una campaña presidencial para ganar los
municipios que han convertido en bastión monárquico, aunque al resto de la
elección la pierdan vertiginosamente.