Si en el día más exitoso de su trayectoria al frente de la Procuraduría de Justicia del Estado de México, el titular de la institución Alfredo Castillo Cervantes debió ofrecer disculpas por el allanamiento a la casa del poeta Efraín Bartolomé, que será de la actuación de los policías ministeriales el resto de los días. Sin duda, que ahogado en un vaso de agua, Castillo pretende hacer creer que con la detención de El Compayito, cesarán como por arte de magia las múltiples ejecuciones que ocurren día a día en el Estado de México.
La captura del líder de La Mano con Ojos, a quien se le atribuyen más de 600 ejecuciones, la mitad de ellas materiales, y el resto su autoría intelectual, no resuelven de inmediato las investigaciones de las mismas. En sus propias declaraciones se establece que no actuó solo y la cadena delictiva era de un mayor entramado. Para como están las cosas es necesario primero que el Ministerio Público obtenga el auto de formal prisión, y con posterioridad la sentencia condenatoria. Cantar victoria antes de lo debido es mera promoción personal de Castillo Cervantes.
Y si la Procuraduría General de Justicia del Estado de México está en su mejor momento, según palabras de Alfredo Castillo, cómo se explica que en seis años de gobierno peñista la población penitenciaria sólo haya crecido en cerca de 2 mil internos en cárceles mexiquenses. Mientras que en contraste, durante el sexenio montielista se dio un incremento de casi 100 por ciento, al pasar de 9 mil presos al inicio de su gestión a casi 17 mil internos en el año 2005.
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La fiesta está lista en el PRI del Estado de México para la próxima semana. Eruviel Ávila Villegas recibirá la constancia de mayoría que lo acredita como presidente de la Junta de Coordinación Política. En adelante, ya se podrá hablar del equipo de transición para acordar los temas de entrega – recepción entre el gobierno saliente de Enrique Peña Nieto, y el entrante de Eruviel Ávila. En ese círculo cercano destacan las figuras de Heberto Barrera y Carlos Cadena.
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A manera de calzador, quien se ha comenzado a ver por todos lados con motivo de los informes municipales en la entidad es Irazema González, directora general del DIF en Naucalpan. La hija de Azucena Olivares –impulsada por sus padres- está decidida a iniciar su trayectoria política – electoral a partir de los comicios de 2012. Azucena la lleva a todos lados, la presenta en sociedad, la promueve en lo privado y la protege en lo público. Es su proyecto personal, de eso no hay duda.
Pero que quede claro, no es la única joven política amparada en el poder de sus padres. Hay un grupo de priístas –juniors- que sueñan con el asalto al poder y la renovación de cuadros. Se trata de los hijos de Alfredo Baranda, César Camacho y Alejandro Ozuna, entre otros. Se les ve cercanos, y presentes en actos públicos del partido o de los gobiernos priístas, el más reciente en el informe de Alfredo del Mazo Maza en Huixquilucan, quizá quien los inspira a pensar que el poder se hereda.
