OFF THE RECORD 28-02-2024
Toluca, Edomex, 28 de febrero de 2024.- El gran propósito del gobierno de Delfina Gómez es ganar abrumadoramente la elección del 2 de junio, para lo cual en menos de seis meses ha instrumentado una robusta política social que se traduzca en una base clientelar que le permita ratificar los más de 3 millones 500 mil votos que la llevaron a triunfar en los comicios por la gubernatura del año pasado. No sólo se trata de lo que digan las encuestas, o bien, de las estructuras partidistas que tiene construidas. Se trata de sumar desde todos los frentes una mayoría de diputados locales y alcaldes.
En menos de medio año, sustituyó el salario rosa por un programa propio de tarjetas para mujeres en condición de pobreza; amplió la base de beneficiarios de personas con discapacidad, lo mismo que reparte canastas alimentarias al por mayor; puso en marcha un programa para desempleados y entrega de fertilizantes para campesinos; extendió la entrega de títulos de propiedad que ya tenía el delmacismo. En el sector que domina, aceleró la basificación para profesores del sector federalizado y estatal. Eso no implica que el Estado de México sea mejor que ayer, pero sí que Morena tiene una base social extensa para pensar en la elección.
A eso habrá que sumar los programas federales que tienen en funcionamiento más de cinco años. Se trata de un padrón de beneficiarios que se cuentan por miles entre adultos mayores, jóvenes, personas con discapacidad. Todos plenamente identificados en cada uno de los 125 municipios para funcionar como una enorme maquinaria. Esa es la gran preocupación del bloque opositor que carece de esas herramientas para hacer frente a las clientelas cautivas que podrían decantarse por Morena.
En el arranque de su mandato, mucho se ha criticado a Delfina Gómez porque ha concentrado sus acciones de gobierno en apenas cinco dependencias. También los morenistas han advertido que se mantienen en áreas de alta jerarquía una base de priístas. Ha desarticulado estructuras de regionalización. Pero la gobernadora no ha perdido de vista aportar la mayor cantidad de votos posible a la candidata Claudia Sheinbaum. El Estado de México tiene el padrón de votantes más elevado del país.
En contraste, la oposición se mantiene expectante como si faltara demasiado tiempo para la elección. En apenas tres meses, más de 12 millones de mexiquenses saldrán a las urnas, mientras priístas, panistas y perredistas siguen ofreciendo las candidaturas -que antes eran duramente peleadas-, y ahora nadie quiere aceptar por temor a perder. No hay una estrategia definida para contener a Morena y sus aliados; parten de las viejas formas que tan malos resultados les han otorgado en los últimos años.
El PRI adolece de una dirección frente a la ausencia de un gobernador priísta. Y sin la base presupuestal que detentaba como partido en el poder, parece no conocer otra forma para hacer campaña. El PAN se ha quedado con una base de 600 mil votantes desde hace doce años, y ha sido incapaz de extender su influencia a todo el territorio estatal. El PRD está más preocupado por conservar su registro, que por siquiera avanzar en los que antes fueron sus bastiones electorales. El panorama para los tres, simplemente es desolador. Y no hacen nada importarnte por revertirlo.