Toluca, Edomex, 13 de febrero de 2024.- Horacio Duarte se reunió por separado con Azucena Cisneros y Fernando Vilchis, los liderazgos políticos más visibles de Ecatepec, y cuyos grupos de simpatizantes protagonizaron una trifulca el pasado mes de septiembre en lo que significó la primera gira de la recién inaugurada gobernadora Delfina Gómez. Aquel zafarrancho quedó registrado en la memoria colectiva del primer evento público del gobierno morenista. La solicitud del secretario general de gobierno es que, este miércoles en una nueva visita de Gómez Álvarez por este municipio, muestren unidad, madurez política y se evite cualquier expresión relacionada con las elecciones del 2 de junio. No se peleen, ahora que hay visitas.

Mientras tanto, la dirigencia nacional de Morena guarda la designación de las candidaturas a diputados federales, y ha aplazado la repartición de las postulaciones de alcaldes y diputados locales. Vilchis aspiraba a la senaduría que recayó en Higinio Martínez, aunque podría ser recompensado en una definición hacia San Lázaro. Azucena Olivares mantiene su esperanza en la alcaldía ecatepense. Pero, la única solicitud para este día es que olviden sus diferencias internas, que han procesado de forma poco ortodoxa.

A propósito de la gira de Delfina Gómez, ha quedado pendiente la famoso gira del agradecimiento que prometió durante su campaña electoral en los 125 municipios del Estado de México. Ahí, se dijo que en caso de ganar, la candidata de Morena regresaría para realizar compromisos de gobierno en cada uno de los municipios. A cinco meses de distancia, la mandataria estatal no ha regresado a todos los rincones del estado; y sus giras se han concentrado en acompañar giras del presidente; o bien, a repartir el arranque de programas sociales. De acciones específicas no se ha dicho nada.

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Un buen consejo para los integrantes del gabinete de Delfina Gómez; así como para todos los aspirantes a las candidaturas federales y locales que está por anunciar Morena en los próximos días o semanas, vayan a comprar el libro más reciente del presidente Andrés Manuel López Obrador, y tómese una fotografía para publicarla en sus redes sociales. Parece un signo de lealtad política para el fundador de dicho movimiento, y los fundadores del partido guinda pregonan con el ejemplo. Es la última contribución editorial del inquilino de Palacio Nacional que termina su mandato en octubre.

Impensable que priístas recién incorporados al Partido Verde Ecologista puedan adquirir dicho libro, porque en algunas de sus páginas pueden darse por aludidos cuando López Obrador se refiere al régimen del PRIAN, al que pertenecieron durante años, mientras les fue útil para detentar el poder público.

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La dirigencia estatal priísta pretende hacer ruido político desde San Lázaro. La toma de decisiones del proceso electoral en curso se mantendrá en el edificio de Insurgentes Norte, desde donde despacha Alejandro Moreno. Aquí la política territorial se mantiene a distancia, sin mucha apertura, y con la consigna de que el dedazo de las candidaturas sea al cuarto para las doce. No hay una comunicación abierta, y todo se reduce a comunicados que se elaboran desde la tribuna legislativa. El tiempo se acorta para la elección.