OFF THE RECORD 21-12-2023
Toluca,
Edomex, 21 de diciembre de 2023.- Las élites políticas dominantes se
impusieron. Cada uno desde sus trincheras. El Grupo Atlacomulco se impuso. El
Grupo Texcoco ganó la batalla. Los tiempos electorales han comenzado con
turbulencias, y amenazan con el colapso y la ruptura. Como en todo
enfrentamiento ha habido vencederos y vencidos. Vaya manera de cerrar el año
2023, con un anticipo de quienes serán contendientes tanto del PRI como de
Morena. La disputa del poder público se determina en las dirigencias partidistas.
Desde
muy temprano, Alejandro Moreno oficializó el dedazo de Ana Lilia Herrera como
presidenta del PRI en el Estado de México. La meritocracia que le antecede es
su cercanía con el exgobernador Arturo Montiel. Desde San Lázaro, habían
operado a su favor desde hace dos años, Gustavo Cárdenas y Miguel Sámano. El
montielato se confirma como una corriente de amplia ascendencia que se ha
logrado imponer durante veinte años, ante la incapacidad de Enrique Peña,
Eruviel Ávila y Alfredo Del Mazo de formar un grupo político que le haga
contrapeso. Y ahora como a los americanistas, habrá que aguantar el desdén con
el que observen a sus contrapartes al interior del priísmo.
Eric
Sevilla había sido desdibujado tras la derrota de Alejandra del Moral. La
dirigencia nacional había tomado por asalto la toma de decisiones del priísmo
mexiquense. Y en consecuencia, será el líder nacional quien asuma el control
político de la futura alianza del PRI con el PAN y el PRD en el escenario de
las elecciones locales. Por su parte, Ana Lilia Herrera ha descansado su
liderazgo político en la figura del exgobernador campechano. Sólo surge una
incógnita; ¿cuánto tiempo le tomará a Alito traicionar a Herrera, como antes ya
lo hizo con Beatriz Paredes, Adrián Ruvalcaba y quien se acumule en estos días?
Arturo
Montiel buscará convertirse en el gran elector. Desde su círculo cercano, intentará
incidir en la designación de candidatos a diputados federales y locales; así
como presidentes municipales. Pero desde la perspectiva de la gobernabilidad,
sobra decir que a Delfina Gómez y el morenismo, le acomoda mejor continuar en
amplia negociación con el grupo delmacista que hoy se mantiene vigente en varios
municipios, y desde la bancada priísta de la Legislatura estatal. En tiempos
electorales, hasta el partido en el poder siempre tiene intereses en el bloque
opositor. Ahí, el atlacomulquense no encaja.
Higinio
Martínez será postulado como candidato a Senador de la República. El texcocano
se ha impuesto como el factor de decisión más importante hacia las elecciones
de 2024. La tan ansiada candidatura al cargo de mayor envergadura a nivel
estatal –después de la gubernatura- ha recaído en el fundador del Grupo Texcoco,
que hoy tiene a sus discípulos en el cargo 1 y 2 del Poder Ejecutivo. No sólo
eso, tiene en su bolsa otros seis años en la Cámara Alta, para completar doce
años en una apuesta por ganar la mayoría absoluta a favor de la Cuarta Transformación. Tan seguro se siente del
predominio morenista, que no tendrá necesidad de inscribirse en los listados
nacionales de su partido a las senadurías plurinominales como en otros
lugares.
Lo
más desafiante para Morena será resolver la unidad al interior del partido. Los
damnificados de esta decisión son de manera inmediata Fernando Vilchis y Juan
Hugo de la Rosa, que reclamarán para su causa política algún espacio desde el
cual seguir aportando sus estructuras electorales al proselitismo morenista en
2024. Y a eso, se debe sumar el berrinche de los malquerientes de Higinio que
vienen pronosticando fallidamente su defenestración desde hace más de un año;
mientras el senador muestra y demuestra su ascendencia en la entidad
mexiquense.