OFF THE RECORD 11-12-2023
Toluca, Edomex, 11 de
diciembre de 2023.- Desde hace tres sexenios ha quedado demostrado que las
instituciones del Estado han sido rebasadas frente a las acciones del crimen
organizado. No es responsabilidad de un partido político o de un gobierno en
específico. Las soluciones no se encuentran culpando al pasado, ni tampoco sacando
raja política del presente. El sur mexiquense no sólo vive asolado frente al
dominio delictivo; padece el abandono de su clase gobernante. Sólo toma
relevancia cuando surgen conflictos como el del pasado viernes en Texcaltitlán.
En cuestión de días, volverá al olvido cotidiano.
Si algo debe reconocérsele
a la gobernadora Delfina Gómez es que ella personalmente encabezó un mensaje de
medios el sábado anterior. Sin embargo, para superar los desafíos de la criminalidad
no basta con llamados por la paz, mesas de seguridad diarias o con presencia
mediática. Es ingenuo pensar que las cosas podrán mejorar en solo unos meses,
pero es necesario reconocer que la crisis de inseguridad se agudiza, muy a
pesar de que se han cumplido cinco años del gobierno encabezado por Andrés
Manuel López Obrador.
Es deseable que el gobierno
delfinista asuma el caso Texcaltitlán en la agenda de prioridades. No se puede
apostar a la desmemoria del corto plazo. A los gobiernos les sobran diagnósticos;
pero lo que resulta inaplazable es encontrar las soluciones hacia un futuro
inmediato. Delfina tiene un absoluto respaldo institucional desde el gobierno
federal, en materia de programas sociales, estrategia contra la inseguridad, y
lo que sea necesario. Sin embargo, no necesariamente ese arropo político se
traduce en un mejor gobierno.
En la reciente gira presidencial
también quedó de manifiesto el alto bono político del que goza López Obrador, y
que en gran medida trasmite a Delfina Gómez. La estrategia morenista se alista
para la batalla electoral de 2024; y no hay reparo en que su prioridad está en
que siga la transformación. El presidente insiste que está cerca el final de su
gobierno, pero se dice satisfecho porque podrá conseguir la continuidad de su
partido. Y en el caso particular del Estado de México, logró lo impensable,
derrotar al Grupo Atlacomulco.
Es inadmisible como la
dirigencia priísta busca subirse a la agenda pública desde la tragedia que azota
al sur mexiquense. Es igual de insostenible como la dirigencia del Partido
Verde busca sumarse a la discusión mediática, cuando ha adoptado a las élites
políticas que han ejercido un cacicazgo en esa región mexiquense. No es el
momento ni las formas. No entienden que no entienden.