OFF THE RECORD 23-10-2023
Toluca, Edomex; 23 de octubre
de 2023.- Alejandro Moreno y Eric Sevilla tienen muchas cosas en común, pero la
más singular es que, desde hace mucho tiempo -ambos dirigentes priístas- debieron
haber renunciado a su encargo político por dignidad personal y por respeto a la
militancia que dicen representar. Alito enfrentó hace más de un año, una de las
mayores defenestraciones políticas de la que se tenga memoria; sin consecuencias
partidistas en su hoja personal. Eric fue el presidente priísta que perdió la
gubernatura del Estado de México.
Alito y Eric han forjado
una connivencia política que les permite mantenerse en su encargo partidista, a
pesar de sus malos resultados electorales. Apuestan a la corta memoria del
votante y a la vulnerabilidad de sus estatutos para prevalecer como dirigentes
hasta pasada la elección presidencial. Y aprovechándose de su posición de
privilegio, el campechano se convertirá en senador y el mexiquense en diputado
federal, ambos por las listas de representación proporcional, porque es
probable que no ganen ni su casilla.
Pero la corta memoria,
también es propia. Alito ayer estuvo de visita por Toluca y Tlalnepantla para
reunirse con los comités municipales. Dejó en el olvido aquellas acusaciones en
contra del exgobernador, Alfredo Del Mazo. Asume que necesita de los priístas
mexiquenses para volverse competitivo hacia el 2024. Mientras que Eric también
sufre de amnesia sobre las imputaciones que incrustaron sobre su exjefe
político. Ahora lo único importante es el cargo electoral que puedan obtener
ambos, a costa del voto de los mexiquenses.
El priísmo mexiquense se
encuentra desahuciado. El poder de convocatoria de Alito fue minúsculo. De
relevancia, se dieron cita Raymundo Martínez -alcalde de Toluca-, y Marco Antonio
Rodríguez -presidente municipal de Tlalnepantla-; ambos con la apuesta en la
elección consecutiva, pero también con las peores credenciales para presentarse
en las urnas. La clase gobernante -en general- le hizo un vacío a la gira de
Alito; o probablemente ni siquiera fueron invitados, porque el líder nacional
priísta no es bien recibido en todos los escenarios.
Los comités municipales
están quebrados. Los dirigentes locales no tienen dinero para pagar la renta de
sus oficinas; sin incentivos económicos, algunos sólo trabajan de fines de
semana. Los alcaldes o diputados que ahí los nombraron, los han abandonado -en
su mayoría- porque están ocupados en su reelección. En general, no atan ni
desatan, y amenazan con campañas de brazos caídos en los municipios o distritos
que vayan a ser encabezados por panistas o perredistas. Sin un gobernador en
turno, el panorama es desolador.
Pese a todo, Alito
Moreno se mantendrá en su cargo. Junto con Eric Sevilla administrará los
recursos económicos del priísmo mexiquense. A través de Ana Lilia Herrera y
Cristina Ruiz definirá las candidaturas del 2024. Para Alejandra del Moral
habrá premio de consolación -quizá a través de Mariano González-. Y si el
Estado de México se vuelve a perder -en senadurías, diputaciones y municipios-,
siempre habrá excusas, pero nunca una autocrítica ni por parte de Alito ni
mucho menos de Eric. El priísmo se mantendrá en una crisis histórica.
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