Redacción
Tuvieron que pasar 18 años, para que Eruviel Ávila Villegas superará la votación que consiguió Emilio Chuayffet Chemor en la elección de gobernador de 1993. En 1993, Chuayffet consiguió 1 millón 949 mil 356 votos, cifra superada por Eruviel Ávila que el pasado domingo alcanzó los 3 millones 045 mil 555 sufragios.
En las pasadas dos elecciones para gobernador, los entonces candidatos triunfadores Arturo Montiel Rojas y Enrique Peña Nieto quedaron muy lejos de la hazaña electoral de Chuayffet. En 1999, Montiel alcanzó una votación de 1 millón 371 mil 564 sufragios; mientras que en 2005, Enrique Peña Nieto registró 1 millón 801 mil 530 adeptos.
Sin embargo, la operación política y maquinaria electoral puesta en marcha para los comicios del domingo pasado, le alcanzaron a Eruviel para reportar una cifra histórica. Esa cantidad de votos, podría significar una quinta parte de lo que se requiere para ganar una elección presidencial, si se considera que en 2006 el panista Felipe Calderón contabilizó 14 millones 981 mil 268 sufragios; seguido del perredista Andrés Manuel López Obrador con 14 millones 745mil 262 votos.
De ahí la importancia de la movilización del voto del pasado 3 de julio, lo que también coloca al mandatario mexiquense Enrique Peña Nieto en la antesala de la candidatura presidencial del PRI, a la que también aspira el líder senatorial priísta Manlio Fabio Beltrones, aunque este último obtuvo su curul por la vía plurinominal.
En el año electoral que corre, ha sido ampliamente positivo para Peña Nieto, quien al triunfo de Eruviel Ávila se suma la victoria de Rubén Moreira en Coahuila –hermano de Humberto, muy cercano al gobernador mexiquense-. Aunque a principios de año, el priísta apoyó decididamente a Ricardo Barroso por la gubernatura de Baja California Sur, elección que perdieron frente al panista –ex perredista- Marcos Covarrubias.
En Hidalgo, donde también hubo elecciones municipales, los mayores triunfos los cosechó el PRI y su gobernador Francisco Olvera, quien asumió el poder en este mismo año, a la salida de Miguel Ángel Osorio Chong, que ya reside en el Estado de México como delegado del CEN en la entidad para coordinar los trabajos proselitistas de Eruviel.
No obstante, la derrota más dolorosa para el priísmo fue la de Manuel Añorve Baños –alcalde de Acapulco y delfín de Beltrones-, quien compitió frente al ex priísta –vestido de perredista- Ángel Aguirre Rivero, quien es además compadre de Peña Nieto.
La última parada electoral del año es Michoacán. El PRI al parecer poco tiene que hacer en esos comicios que se disputarán PAN y PRD. El panismo está cerca de concretar una coalición con el PANAL de Elba Esther Gordillo, que respaldará la candidatura de Luisa María Calderón Hinojosa –hermana del Presidente Felipe Calderón-. Mientras que en un gran frente de izquierdas –PRD, PT y Convergencia- impulsarán al senador Silvano Aureoles (ex alcalde de Zitácuaro).
En adelante, vendrá la lucha interna de los partidos políticos para definir posibles alianzas electorales; y los procesos internos para definir sus candidaturas. La elección presidencial será la guerra de todas las batallas.
