Toluca, Edomex; 15 de junio de 2023.- El gobierno de Alfredo Del Mazo se caracterizó por tener una profunda estabilidad a favor de su grupo político. De los 17 integrantes de su gabinete legal y ampliado; un total de seis duraron en el encargo los seis años de su mandato: Rodrigo Jarque, Rodrigo Espeleta, Jorge Rescala, Luis Gilberto Limón, Javier Vargas y Miguel Ángel Torres Cabello.

La dependencia que más ajustes tuvo fue la Secretaría del Campo, en cuyo despacho estuvieron al frente: Darío Zacarías -en dos periodos en el mismo sexenio-; Ignacio Beltrán, Rocío Díaz Montoya, Mercedes Colín y Leticia Mejía.

Hubo funcionarios consentidos que encabezaron dos dependencias diferentes: Alejandro Fernández Campillo -Obra Pública y Educación-; Enrique Jacob -Desarrollo Urbano y Desarrollo Económico-; Martha Hilda González -Trabajo y Mujeres-; Mercedes Colín -Trabajo y Campo-; Rafael Díaz Leal -Obra Pública y Desarrollo Urbano-; y Alejandra del Moral -Desarrollo Económico y Desarrollo Social-. Ahí estuvieron los afectos políticos del gobernador en turno.

En la política partidista, Del Mazo incidió muy pocas veces. Quizá esa sana distancia es la que ahora se reclama desde la militancia. Entre los activos políticos que tendrá al final de su sexenio estarán Elías Rescala e Isabel Sánchez en la legislatura estatal; aunque no debe perderse de vista la ascendencia política que podría ejercer Alejandra del Moral, muy a pesar de la derrota.

Los hombres más influyentes del gobernador no estuvieron en la primera línea de batalla: Francisco Sarmiento, Víctor Curioca, Sergio Chavelas y Jaime Orozco mantuvieron el bajo perfil; pero desde ahí se concentró gran parte de la toma de decisiones del sexenio que está por concluir con la inevitable alternancia electoral. Desde ahí, se asumirá la próxima transición con Delfina Gómez.

Cuando faltan tres meses para que finalice el sexenio, se puede advertir que el delmacismo buscará instaurar una nueva etapa; pero eso no implica su desaparición del mapa político. Ya sin responsabilidades públicas, hay un puñado de su grupo cercano que podrían aspirar a competir en los comicios federales y locales del año entrante. Aunque tarde, podrían proyectarse en lo electoral.

En esa suerte, nadie debe descartar que Alfredo Del Mazo siga los pasos de su abuelo, Del Mazo Vélez, quien al término de su mandato se convirtió en senador de la República. Para su causa, eso sería mejor que aceptar una embajada.

Otro dato adicional: durante los últimos seis años, sus hermanos Adrián y Alejandro hicieron una pausa en su carrera política. Mantuvieron activos los negocios de la familia, pero también sostienen sus propias ambiciones personales en el poder público. El delmacismo busca reestructurarse.

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