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Ecléctica

45 días

 

Por: Israel Dávila

 

Bastaron 45 días de campaña para comprobar que el PRI no sabe contender ni “ganar a la buena” en un proceso electoral. Para confirmar que en el PRD hay tanta desorganización y simulación que les impide crecer y ganar en momentos importantes. Que el PAN está extraviado y desgastado igual que el mandato de Felipe Calderón.

 

Fueron suficientes 45 días para reconocer que los partidos emergentes o en desarrollo, como el del Trabajo, el Verde, Convergencia y Nueva Alianza no son otra cosa que satélites o rémoras de los partidos grandes; que su verdadera vocación no es luchar por la democracia sino porque no se acabe el financiamiento que les da existencia.

 

Alcanzaron 45 días para reafirmar que los gobiernos no son capaces de mantenerse al margen de una elección, que la tentación le gana a los funcionarios y que para muchos de ellos el cinismo es un estilo de vida.

 

No se necesitan más de 45 días para comprobar que las autoridades electorales no están a la altura de la incipiente democracia, que estas instituciones están secuestradas por intereses partidistas y hoy más que nunca alejadas toda autonomía.

 

Encajaron los 45 días para corroborar como organizaciones y sindicatos siguen siendo manejados de manera clientelar y corporativa por partidos políticos.

 

En 45 días reafirmamos que miles de maestros están mejor preparados para promover el voto a favor de algún candidato que para ocuparse de la formación de los niños y jóvenes en las aulas.

 

También ratificamos que la pobreza sigue siendo rentable electoralmente, que el chantaje, el condicionamiento y la cooptación son conductas enraizadas en el devenir de un proceso electoral.

 

En 45 días observamos que pocos medios lograron ser equilibrados y equitativos con los espacios a los candidatos. Prevaleció el interés económico sobre el periodístico; y en otros ganó la filia o imperó la fobia en el manejo informativo.

 

Atestiguamos en 45 días que el objetivo de las encuestas ya no  reflejan el sentir de una sociedad, sino el fin está en construir escenarios y prefigurar realidades tal y como las ordena quien paga estos ejercicios de demoscopía.

 

Lamentablemente y lo más preocupante es que no se requieren 45 días para saber que la inmensa mayoría de los electores está hasta la madre del sistema político mexicano, que existe incredulidad de la gente hacia los partidos, candidatos e instituciones, y que éstos no han sabido ni han querido redimirse con la sociedad.

 

Ya lo anticipan los consejeros electorales y los partidos. El domingo votará menos del 40 por ciento del electorado- Ojalá y estas pronósticos que comparto estén equivocados y la gente común y corriente, nos dé una lección de civilidad y a golpe de votos, aunque no se los merezcan

 

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