Ricardo Moreno**
Este 8 de marzo se celebra un aniversario más de la declaración del Día Internacional de la Mujer. Una fecha significativa, pues ha contribuido a la búsqueda de una nueva conciencia en una sociedad patriarcal que poco a poco se diluye. Sin lugar a duda las demandas y las necesidades de las mujeres han cambiado significativamente a lo largo de los años. Su lucha contra el machismo que sigue presente en la cultura de una buena parte de los mexicanos, seguido del lacerante feminicidio y trata de personas a la que están sujetas las mujeres, han despertado las conciencias y la legítima lucha de muchos colectivos de hombres y mujeres que buscan revertir esta tendencia social que distingue nuestra época.
Sin embargo, creo que las expresiones de violencia no deben ser combatidas con violencia pues, la revancha, el diente por diente, no es la mejor bandera. La empatía de su causa en ocasiones se opaca por las expresiones de violencia verbal, física o, incluso, el daño a diversos edificios y monumentos de valor histórico incalculable.
La idea de un mundo de iguales no debe quedarse en los espacios equitativos entre hombres y mujeres en materia política. La vida cotidiana, la que se vive en las calles, aceras, autotransporte, centros laborales, etc. es la que hay que cambiar y en la cual hay que incidir.
La nueva cultura de género no se aprende sólo con marchas y consignas. Se logra con políticas públicas educativas y de capacitación en todos los centros de trabajo respecto al respeto, protección y promoción de la incorporación de las mujeres en los diversos ámbitos de la sociedad.
En efecto, en nuestro país y en el mundo en general hay mucho que hacer en ese sentido. Pero en este país sumido en la violencia y en impunidad se necesita actuar de inmediato para que cesen las agresiones, muertes y desapariciones de nuestras mujeres.
Solo basta voltear un poco a los números que arroja la Encuesta Nacional de las Relaciones en los Hogares del INEGI, durante el encierro en los hogares motivado por la pandemia del covid-19, donde un 5.2% de mexicanas de 15 años y más, reveló un aumento en la violencia en el ámbito familiar.
Esto sin dejar de lado que nuestro Estado de México ocupa el primer lugar nacional en prevalencia de violencia contra las mujeres de 15 años y más «a lo largo de la vida» con un 78.7%, ocho puntos arriba del promedio nacional que se ubicó 70.1%.
Soy hijo, padre y esposo de una. Por ese simple hecho me uno a su voz.
** Senador suplente. Ha sido diputado federal y local. Se ha desempeñado como representante de Morena ante el Instituto Electoral del Estado de México. Fue secretario del Ayuntamiento de Toluca.