Francisco Paredes
Toluca, Edomex, a 29 de enero de 2017.- En los últimos 20 años, uno de los delitos de alto impacto que se ha acrecentado de forma exponencial en el Estado de México es el secuestro, teniendo un incremento del 700 por ciento desde 1997 hasta los contabilizados en 2016.
Datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) revelan que en 1997 se denunciaron solo 36 secuestros, y para 2016, la cifra total alcanzó los 254 casos denunciados, ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM).
En 2016, fue la primera ocasión en la historia de la entidad que la cifra de secuestros superó las 200 denuncias.
El antecedente más cercano a esta cifra fue 2013 cuando se denunciaron ante la PGJEM 191 casos, en 2010 171, y 2008, se contabilizaron 136 secuestros. Fue precisamente ese año, el que por primera vez se superó el centenar de ilícitos de esta índole.
Si bien los registros reflejan años en los que se ve una leve disminución, los picos indican una constante alza, Cabe señalar que el Sistema Nacional de Seguridad Pública no contabiliza los casos de secuestro que año con año son denunciados ante instancias federales como la Procuraduría General de la República (PGR) o Policía Federal (PF).
De los tres repuntes presentados, dos corresponden al sexenio en el que Enrique Peña Nieto fungió como Gobernador de la entidad y uno más con el actual mandatario estatal Eruviel Ávila Villegas; mismo en el que se han llevado a cabo diversos planes de reforzamiento en la seguridad pública, como la integración de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Secretaria de Marina (SEMAR) y la PF al esquema de seguridad que se utiliza en el territorio mexiquense.
A pesar de que autoridades estatales y federales han intensificado el combate en contra de este delito, las cifras reflejan que los resultados no han sido positivos y no se tiene un control en el aumento del número de secuestros en la entidad.
El secuestro está catalogado como uno de los delitos de alto impacto debido a las implicaciones psicológicas, económicas y sociales que afectan, tanto a la víctima como al entorno en el que desenvuelve.